Rayo - Real Madrid
El Real Madrid visita Vallecas en un momento dulce de juego
La goleada blanca contra el Sevilla amenaza hoy (20:00 Canal+1) a un Rayo débil atrás. Con el Real Madrid de visitante, cada partido son goles o polémicas en los últimos minutos
Por lo que hemos podido observar en la Liga después de doce jornadas, existen dos versiones básicas del Real Madrid: el equipo que juega en casa y el que lo hace fuera. Mientras en el Bernabéu las goleadas son frecuentes y los sofocos escasos (excepción hecha de la derrota contra el Atlético), como visitante cada partido es un drama de goles en el último minuto o de polémicas arbitrales, cuando no de ambas cuestiones. No les costará hacer memoria: Granada (0-1), Villarreal (2-2), Elche (1-2), Levante (2-3) y Barcelona (2-1).
La primera duda, por tanto, es saber si la mejoría del pasado miércoles tendrá prolongación en Vallecas, estadio rival, aunque a nueve kilómetros de Concha Espina (a 15 minutos en automóvil, sin manifestaciones). Pero la singularidad del Rayo no se establece sólo por la proximidad a palacio, ni siquiera por su dignidad de barrio. Desde hace algo más de una temporada la personalidad del equipo también está marcada por su entrenador, Paco Jémez. Su apuesta por el balón ha sido ejemplar, exitosa (acabó octavo la pasada Liga) y hasta diría que contagiosa. El Barça Obrero ha invitado a otros modestos a jugar al fútbol, aunque tal vez algunos se están replanteando últimamente la valentía. Cumplidas doce jornadas, el Rayo es penúltimo, con nueve puntos y 27 goles en contra (record horribilis del campeonato).
Arsenal. El dato es una golosina para un Madrid que viene de marcar siete goles al Sevilla y acumula, precisamente, 27 tantos a favor. Un equipo que acaba de añadir al "grandioso" Cristiano, al renacido Benzema y al flamígero Bale. No es seguro que jueguen los tres, pero bastará uno para asegurar el pánico.
Por si esto fuera poco, el Rayo tendrá que lidiar con el regreso como titular de Xabi Alonso (en compañía por determinar), con la vuelta de Carvajal y con la participación in extremis de Sergio Ramos, favorecido por el calendario festivo del Comité de Competición.
El desafío asustaría a cualquiera, pero Paco Jémez tiene por costumbre aceptar todos los duelos sin que le importe el arma elegida por el adversario: cañones o calzoncillos.