Oviedo-Racing: todo un gran duelo de Primera en Segunda B

Nunca la Segunda B llegó a más, ni Oviedo y Racing a menos. O casi. Que ambos tienen alguna temporada en Tercera de la que avergonzarse. El partido de mañana (18:30 horas) en el Carlos Tartiere que los enfrenta con el liderato del primer grupo de la Segunda B en juego es, en términos históricos, el mejor partido nunca disputado en esta categoría. Se van a enfrentar dos clubes históricos y con un historial muy parejo que suman 147 temporadas en el fútbol profesional, 82 en Primera y 65 en Segunda.

El cuadro carbayón, 17º en la clasificación histórica de Primera, llegó a ser tercero en tres ocasiones (34-35, 35-36, 62-63) y dos veces cuarto (43-44,44-45). Los abuelos racinguistas, vieron con sus propios ojos a su equipo, 14º en la puntuación de todos los tiempos, 12º en número de temporadas, ser subcampeón empatado con el líder Athletic, en la 30-31, otra vez tercero (33-34), y en dos ocasiones cuarto (31-32 y 35-36). La Guerra Civil acabó, como con tantas cosas en este país, con la edad de oro de ovetenses y racinguistas en el fútbol español.

Desde que se fundó la Segunda B en 1980 nunca hubo un partido con tantos galones como el que se jugará en el Tartiere. Lo más parecido, lo único realmente comparable, fueron los dos duelos que protagonizaron en la temporada 80-81 el Celta y el Depor. A día de hoy, la hoja de servicios de los gallegos sería aún mejor, pero entonces, cuando militaron juntos en la categoría de bronce, el Celta llevaba 27 cursos en Primera y los coruñeses 21. Total 48 campañas en la élite, 34 menos que las que Oviedo y Racing. El 26 de octubre del 1980 ganó el Celta 1-0 en Balaídos y el 8 de marzo del año siguiente, en Riazor, Depor y Celta empataron a uno. Lo mejor de todo, para ellos, fue que el Celta acabó la Liga primero, el Depor segundo y los dos ascendieron a Segunda. Buen ejemplo para dos equipos que llegan pugnando por la cabeza de la tabla a este histórico partido, el 59º en su historia particular. Curiosamente, el Oviedo ha jugado solo 57 contra su rival por antonomasia, el Sporting.

Dos clubes tradicionalmente proveedores de futbolistas de su cantera comenzaron su caída a los infiernos con la llegada de las sociedades anónimas. No tuvieron suerte en el reparto de magnates (mangantes pensaría otro) y los dos han estado, y están, coqueteando abiertamente con la desaparición. Intrigas políticas en el caso asturiano y pintorescos y frívolos dirigentes (Piterman, Alí o Pernía) en el cántabro, no han hecho más que empeorar la situación.

En la temporada 2000-01, Radomir Antic y Gustavo Benítez llevaron a Oviedo y Racing, juntos, a Segunda. Aquello fue letal para los azules, que desde entonces no han levantado cabeza: dos temporadas en Segunda, seis en Segunda B e, incluso, cuatro en Tercera.

El Racing, en cambio, regresó, con Quique Setién en el banquillo, a Primera al año siguiente y encadenó diez temporadas seguidas, con clasificación europea incluida en la 2007-08. Dos descensos consecutivos le han llevado a estar ahora en las catacumbas.