Ramoncín
"El Madrid, mejor con equipos deportivos y no económicos"
Ramoncín desata su pasión futbolística. Es un madridista de corazón pero en 'Las estaciones de Juan' no esconde la amargura que le produce la actual situación.
Usted que tiene buen oído, ¿a qué le suena este Real Madrid?
—En el partido contra el Sevilla mostró mejores síntomas, por ahí debe ir la cosa, pero el arranque de Liga me ha sonado a una especie de blues pantanoso, como en los peores momentos de Lousiana. Creo que ha empezado en el fango y con alineaciones que nadie comprende.
—¿Se le vio el plumero del miedo a Ancelotti al poner a Sergio Ramos en la media en el Camp Nou?
—Pues mira, es como si yo decido hacer los solos de guitarra en mi próximo concierto porque me da miedo que mi guitarrista los haga mal. El guitarrista es el guitarrista y es él quien tiene que hacer los solos, no yo. Cada uno debe ocupar su puesto. Y si no, el concierto se va a la mierda. Ancelotti rectificó algo contra el Sevilla y ese es el camino.
—El Madrid ya lleva tiempo desafinando.
—Cuando Mourinho empezó a hacer de las suyas nadie tuvo la autoridad suficiente para llamarle y decirle: “Oiga, en este equipo el entrenador no le mete el dedo en el ojo a otro entrenador, no se reboza por la hierba cuando el equipo marca un gol como si fuera un hooligan, y aquí no se insulta a nadie… ¿usted es capaz de hacer esto?, porque si no, aquí no nos sirve”. Y ya está. Se le permitieron muchas cosas y el Madrid lo ha pagado caro a cambio de ganar una copa al Barcelona y después una Liga.
—Sí, pero a uno de los mejores Barças de la historia.
—Cojonudo, ¿y el precio pagado por eso cuál es? El vestuario deshecho, el portero y capitán fuera del equipo por razones que aún nadie entiende, ni se quieren explicar. Si tienes a un grupo formidable y el director se comporta como un fanático es normal que pasen estas cosas.
—¿Y dónde sitúa al presidente en este embrollo?
—Yo le tengo mucho respeto a Florentino, pero cuando el Madrid empiece a hacer equipos deportivos en vez de económicos, cuando se fiche solamente pensando en el equipo y no en Singapur le irá mucho mejor. Por ejemplo, ahora mismo, ¿por qué se ficha a Bale, que no ha demostrado nada, y se convierte en el fichaje más caro de la historia? Y encima juega en una posición que ocupa la gran estrella, que es Cristiano Ronaldo. Nadie se lo explica.
—¿En esta situación no cree que Bale acabará desquiciado?
—Cuando llegó Cristiano con esa vehemencia, esa neurosis, pensé que al Madrid le hacía falta un verdadero psicólogo que se sentara con el chico y le dijera: “Mira tronco, relájate, ¿qué te preocupa? Tienes la vida solucionada, y también la de tus hijos, nietos y bisnietos y no eres capaz de disfrutar de la vida. Relájate, hombre, juega y disfruta”. Ahora parece que está más templado. Y Bale lo pasará mal, porque a lo mejor no era lo que necesitaba el Madrid. Aunque el miércoles ante el Sevilla tuviera una buena noche.
—¿Y cómo terminará el drama que viven Casillas y Diego López?
—Eso es otra locura. A estos dos también habría que sentarlos en el diván del psicólogo. Los dos son buenísimos porteros y Diego López no tiene ninguna culpa de este disparate. Es la primera vez en la historia que en un equipo un portero juega la Liga y otro, el supuesto suplente, la Champions. ¿Si el Madrid llega a la final, quién va a jugar, el suplente? Y lo de Casillas, además, es una bomba dentro del vestuario del Madrid.
—¿Se irá del equipo?
—Puede ser, pero menuda historia. ¿Cómo se va a ir de tu equipo el capitán de la selección bicampeona de Europa y campeona del mundo? Demencial. De todas formas, si Ancelotti considera que Diego está mejor para jugar de titular debería ponerle siempre, y ya está, ¿por qué tiene esa ocurrencia de alternarlos?
—¿Qué piensa de la pantomima de Blatter ridiculizando en público a Ronaldo?
—Cristiano Ronaldo es un jugador maravilloso, un chaval que ha logrado dominarse. Ha tenido momentos poco afortunados pero eso ya pasó. A este chico hay que juzgarle ahora por lo que hace en el campo. Y si se gasta mucho en peluquería, ¿qué pasa? Se lo gasta, sí, pero Cristiano paga a Hacienda.
—Las malditas etiquetas, el bueno y el malo.
—Cristiano no ha dado motivos para hablar mal de él, se entrena como todo un atleta y se cuida. Al llegar parecía que se iba a pasar el día en los clubes de noche y no es así. Yo he visto a estrellas del Madrid la noche anterior a caer eliminados en una semifinal de Champions con el Bayern, hace unos años, entrar al antiguo Oh Madrid! a las cuatro de la madrugada. El rockero se iba a casa y ellos entraban. Hay un punto de envidia con Cristiano Ronaldo y de protección al otro, a Messi, que también es un jugador excelente, pero la vara con que se mide a ambos no es justa.
—Usted ha alternado con grandes símbolos del Real Madrid.
—Yo he tenido la suerte de tratar con tres generaciones de futbolistas del Real Madrid. Uno de los más grandes fue Juanito, he conocido a pocas personas más generosas. Juanito se quitaba los zapatos para dárselos a uno que fuera descalzo. Gordillo era otro grande, y a la hora de ligar, si había varias chicas, decía: “¡La gorda para mí!”. Luego conocí a Butragueño, un tipo nada noctívago y más serio que un jefe de planta de El Corte Inglés. Nos veíamos a menudo y jugábamos en mi casa al futbolín. Yo le llamaba Gary Cooper, siempre solo ante el peligro, un futbolista que paraba el tiempo cuando entraba en el área con el balón.
—A Raúl también le iba la fiesta al principio.
—Sí, formamos un buen grupo con otros amigos muy aficionados al boxeo. Y yo, que no bebo ni fumo, me la cargaba cuando salía con él por la noche porque la gente podía pensar que yo tenía la culpa de sus salidas. Ahora no sale ni a tirar la basura. Era un jugador extraordinario con unos números de supercampeón. El fútbol ha sido muy injusto con él por no haber sido campeón de Europa ni del Mundo con la Selección. Alguna vez alguien tendrá que explicar eso. Hay campeones del mundo que no le llegan ni a la suela del zapato.
—No será nada fácil tener 21 años, ser estrella del fútbol, guapo, soltero y multimillonario.
—¡Si es que son niños! ¿Quién ata a un chaval con veinte años y un zurrón de millones en el banco? Es muy difícil, pero hay jugadores que acaban con esa vida muy rápido. Se puede reaccionar enseguida y pasar de torear en la madrugada a torear en el estadio.
—De todas formas parece que a los que le va la noche y la fiesta sólo es a los del Madrid, y los del Barça quedan como angelitos.
—Uff, yo vivo en Barcelona dos días a la semana y sé cosas… ¡madre mía! Si yo me dedicara al cotilleo diría: “Vamos a ver, está pasando esto en Barcelona: las cosas de Messi, las de Cesc, de Piqué...”. Pero claro, en Barcelona nadie dice nada y nadie publica nada. Hay una protección desmesurada por parte de la prensa. ¡Igualito que en Madrid! Si trascendieran esas cosas se vendría abajo toda la institución azulgrana.
—¿Tendrá eso que ver con la salida del Barcelona de Pep Guardiola?
—Por supuesto, Guardiola estaba completamente enfrentado a Messi. Entre otras cosas, Messi imponía a jugadores en el equipo que tenían que jugar porque a él le daba la gana. Guardiola se habría quedado si le hubieran aceptado las bajas que tenía pensadas, pero Messi no lo permitió. Y por eso se fue.
—¿Cómo está viviendo este momento dulce del Atlético de Simeone?
—Estoy feliz, es el equipo y el estadio más rockero del mundo. El que sea madrileño, aunque sea madridista como yo, y no sea feliz con lo que está haciendo el Atleti actualmente es que no le gusta el fútbol. Eso es un equipo de fútbol, Simeone tiene un gran mérito en todo esto. Disfrutaré mucho si gana algún título esta temporada. Y lo hacen sin tanta algarada, sin tantos millones gastados y todo eso. Simeone es el que manda, y sabe colocar a cada uno donde mejor rinde. Al contrario que Ancelotti, que está sobrepasado por el estamento.
—Después de dos años vuelve a tocar en directo.
—Sí, en Madrid, en la sala Shoko, tocamos el jueves 7 de noviembre. Luego vamos a Barcelona y a Andalucía. Tengo una banda grandiosa donde todo el mundo toca donde tiene que tocar y nadie envidia a nadie. Nuestro negocio está hundido, quedan las personas y el buen trabajo, y volver a currarte la carretera.
—Y usted, siempre en tierra de nadie, y a menudo mal tratado.
—Sí, me ha tocado ser un salmón. Aunque yo grabé mi primer disco en el 77 y cuando arrancó la Movida madrileña ya tenía cinco discos grabados. Pero con ellos siempre me he llevado bien, sobre todo porque tanto en música, como en cine, pintura.. había un talento acojonante.
—¿Cómo vivió la pitada que le dieron en el Camp Nou cuando intervino en el concierto por la independencia de Cataluña?
—Yo creo en el derecho que ellos tienen a decidir, después ya se hablará. Estamos viviendo un momento histórico en el que parece que un buen puñado de catalanes no están a gusto con la actual situación, pues bien, pueden estar equivocados pero hay que escucharles. Y aquella noche canté L’ estaca, de Lluis Llach, y al acabar grité: “¡Visca Cataluña! y ¡Viva una España republicana!” y a algunos no les moló escuchar el nombre de España, pero fueron sólo unos pocos, una minoría. De todas formas yo creo que con un gobierno republicano este conflicto sería muy distinto.
—Fue directivo de la SGAE, ¿sigue manteniendo que le afectan más las derrotas del Madrid que las descargas gratuitas de música?
—Las derrotas del Madrid me afectan, claro, pero en cuanto a las descargas yo anticipé lo que iba a ocurrir y eso sucedió, exactamente igual. Había que haberse adelantado. Es más, yo dije que las consecuencias nos iban a afectar a los músicos, pero después caerían los demás. Y todo el mundo sabe lo que ha ocurrido con la prensa, el cine, los libros, las series de televisión.. y se hizo mucha broma mala con todo eso. Y se permitió. Y cuando defendí lo del canon digital me llevé muchas hostias, incluso de algunos músicos de pedigrí que se beneficiaban de ello. Fue algo terrible. Se estaban forrando y decían en público que no estaban de acuerdo con el canon, pero lo trincaban. Incluso me han llegado a amenazar de muerte. Hubo muchos cómplices silenciosos, cobardes e insolidarios.
—¿A cuál de sus canciones le tiene más cariño?
—Miedo a soñar, de un disco de los 90. Y a la que más le debo y sigo amando es Litros de alcohol.
—¿Verán sus ojos la ansiada Décima?
—Será difícil si Ancelotti no acaba de aclararse. El Madrid tiene jugadores para alegrarnos la vida de sobra.