La joya colchonera es feliz
Oliver Torres: "Desde los cuatro años confié en ser futbolista"
El Calderón esperaba por ver titular a Óliver y el joven talento de la cantera tardo sólo 13 segundos en contentarles. Su gol al Betis esconde años de sacrificio por alcanzar la élite.
¿Le da muchas vueltas aún al gol conseguido ante el Betis a los 13 segundos, el más rápido de la historia del club rojiblanco?
Fue un momento maravilloso, la verdad. Para mí es como un sueño hecho realidad. La oportunidad que has esperado toda tu vida y que arranque así, metiendo un gol tan pronto... Te hace tener más confianza en tus posibilidades.
¿De quién se acordó en ese momento en el que ve que el balón entra y escucha el estruendo del Calderón celebrando el tanto?
De mi padre. Se lo dedico a él porque era su cumpleaños. Todo lo que hago sobre el campo va por mi padre, mi madre y toda mi familia. Estoy contento por ellos también.
La gente que va al Calderón quiere verle en acción, sabe que el futuro es suyo. ¿Cómo siente ese cariño de la grada hacia usted?
Me hace muy feliz ver cómo me trata la afición. Lo importante es seguir ascendiendo y mejorando como jugador. Creo que mi proyección va en aumento y entiendo que se está gestionando bastante bien mi situación. Quiero ser mejor jugador y persona cada día que pasa. En el fútbol las cosas salen mejor o peor, pero lo importante es disfrutar sobre el campo.
El club ha apostado por usted renovándole hasta 2018. Su sueño de jugar vestido de rojiblanco en el Calderón parece que va para largo.
Ojalá. Para mí el Atlético de Madrid significa un sentimiento. Desde el primer momento en que pisé el Calderón noté algo especial y esas cosas se sienten porque son mágicas. El día que debuté en nuestro estadio con la camiseta del Atleti fue el mayor sueño de mi vida. Quiero hacerlo durante muchos años más porque jugar ante la mejor afición del mundo es algo único. Me siento obligado a devolverles todo lo que me apoyan día a día, como por ejemplo frente al Betis.
¿Se ve importante en un futuro cercano o entiende que esto va para largo y que su momento llegará más tarde?
En el equipo lo fundamental es eso, que somos un equipo. Por encima de las individualidades, que son magníficas, hay un colectivo. Ahora mismo como referentes tengo la garra de Gabi, el saber estar de Mario, de Tiago, el gol de Villa, la manera de abrir espacios de Diego Costa, cómo defienden Godín y Miranda El equipo es magnífico y creo que todos debemos aprender de todos, porque cada uno tiene unas virtudes. Así mejoraremos individual y colectivamente. Ese es mi objetivo principal en estos momentos.
¿La aclimatación a la élite ha sido especialmente dura para usted? ¿Ha sufrido por tener que demostrar todo su talento desde el primer día?
Es un cambio difícil para cualquiera. Yo salía de juveniles y el salto al primer equipo fue muy grande. Tanto la adaptación como el ritmo de los partidos fueron complicados de asimilar, le puede pasar a cualquiera. Y también mi físico era un hándicap, no lo voy a negar. Pero lo he podido superar y ahora estoy muy bien, con ganas de seguir mejorando.
Ya parece instalado en lo más alto, con cada vez más minutos y siendo titular el otro día por primera vez. ¿Cuál es el siguiente paso que le toca dar a un joven como usted?
Nunca tienes que estar seguro de haber llegado a la élite. Hay que seguir trabajando y esperar a que lleguen las oportunidades que el entrenador considere necesarias. Lo más importante es saber aprovecharlas cuando se dan, por ejemplo ante el Betis el domingo. Ojalá en el futuro esas posibilidades de contar con minutos cada vez sean mayores. Para eso trabajo y me esfuerzo cada día en los entrenamientos.
Para el aficionado atlético usted es diferente, hasta su nombre le hace diferente.
Y a mí en cierto modo me gusta lo diferente. Por eso me gusta llamarme Óliver. Ya lo he contado alguna vez. Fue por mi hermano, al que le gustaban mucho los dibujos animados de Óliver y Benji. Se empeñó. En principio me iba a llamar de otra manera, pero mis padres decidieron darle esa alegría a mi hermano.
¿Simeone qué le dice? ¿Es atento con usted?
Sí, está muy encima de mí y se lo agradezco. Con Simeone voy a aprender mucho. Es una persona que desde el respeto siempre está pendiente de los jugadores y más concretamente de los canteranos. Se porta muy bien, se esfuerza porque aprendamos y mejoremos. Eso es de valorar porque no sería fácil estar en un gran club siendo joven y que pasaran de ti. Sin embargo con él es todo lo contrario. Tanto Simeone a nivel de club como Lopetegui a nivel de Selección se puede decir que son mis padres futbolísticos. En un momento me dieron la confianza y apostaron por mí y siempre que puedo se lo agradezco.
¿Pesa la presión de tener que ser una estrella a toda costa pese a su juventud?
Desde los 4 años mi familia, mis padres y mi hermano tuvieron la confianza en que yo sería futbolista. Me traspasaron esa convicción. Les hacía ilusión tal posibilidad y yo se lo agradezco, porque quizá sin ese apoyo ahora estaría en mi pueblo sin nada que hacer. Soy de Navalmoral de la Mata y en Navalmoral, como en muchos otros sitios, los niños sueñan con ser futbolistas. Yo por suerte estoy en camino, pero me toca seguir esforzándome.
Sí, porque ese camino es largo y sacrificado. El suyo es el mejor ejemplo, Óliver.
En mi caso al menos así fue. A los 4 años, cuando aún no podía estar federado, fui al club deportivo San Andrés y ahí fue donde empezó todo. Luego me pase a la escuela Morala, también en mi pueblo, y posteriormente estuve un tiempo en la Fundación Marcet, en Barcelona. Pero casi toda mi vida deportiva (desde los 10 años) la he pasado en el Atlético. Fue un recorrido largo y difícil hasta que me abrieron las puertas del club rojiblanco. Entonces me sentí como en casa. No puedo estar más agradecido a quienes confiaron en mí y me dieron la oportunidad de defender estos colores.
Entonces, cuando empezaba en el club, se fijaba en Ronaldinho y hoy seguramente sea él quien sepa de usted.
Nunca lo escondo, fue mi ídolo. Cada vez que saltaba al campo lo hacía con una sonrisa en la cara porque se disponía a disfrutar. Yo soy de esos, cuando salto al campo lo que me gusta es divertirme y pasármelo bien. A él se le notaba en el campo esa alegría. Daba gusto verle.
¿Se hizo futbolista en la calle?
Yo vivía en la calle, literalmente. Mis padres se enfadaban porque comía a toda prisa en cinco minutos y me bajaba corriendo con un balón para jugar, aunque fuera solo. La calle te enseña algo que quizá no aprendes cuando tienes a alguien desde siempre que te diga lo que hacer. Hay cosas que se aprenden solas. Gracias a mi infancia hoy puedo ser el tipo de futbolista que soy. Me sirvió de mucho.
Futbolista casi silvestre, suena atípico en un deporte tan industrializado.
También hay quien me asesora, por supuesto. Tengo la fortuna de que mi entorno es muy bueno, tanto mi familia como mi representante. Para lo que es el mundo del fútbol he tenido una suerte magnífica y siempre que tengo que pedir un consejo se lo hago a ellos. Eso me da mucha tranquilidad también.
¿Repasa de vez en cuando la final de Copa, su único título a nivel de clubes hasta ahora como jugador profesional?
Como todos los atléticos. Fue un título magnífico y ante el mejor rival posible. Ojalá este año podamos repetir y conquistar otro. Mi recuerdo de aquello es que fue el partido más especial de toda mi vida, aunque lo pasé entero en el banquillo y no pude salir. Por el sentimiento atlético que tengo es el día que más he vivido y sufrido como futbolista. Al final todo salió bien y me siento orgulloso de haber podido estar allí. Fue histórico.
¿La Liga española es la mejor del mundo por Barça, Madrid y Atlético?
Sólo he estado en la Liga española, pero creo que somos un referente porque hay muchos tipos de equipos y estilos en un mismo campeonato. Unos pueden aprender cosas de otros porque no las tienen y viceversa. El Atlético es un buen ejemplo. Estamos sabiendo competir bien. Para mí España sí está en la primera posición en cuanto a ligas.
Si no está jugando al fútbol, ¿qué le gusta hacer?
Ver películas o escuchar música. Me encanta el cine de terror y los dramas. Y en cuanto a la música, Dani Martín es mi preferido. El cine, la música y la pesca son mis tres aficiones. Pero por supuesto lo primero es el fútbol.
Pues siga jugando, que lo hace de maravilla.
Eso haré. Muchas gracias.