Un frágil Ciutat examina la fortaleza del equipo perico

Paradojas del fútbol y la vida en general: si elpartido de esta noche se jugara en Cornellà, podríamos decir abiertamente que el favorito sería el Levante. Sí, el Levante. El de fuera. Pero es que es de visitante como los granotas se están mostrando, simplemente, intratables. Con los números en la mano son el tercer mejor equipo lejos de su estadio de toda la Primera División, sólo superado por Barça y Atlético. Caparrós está firmando la famosa media inglesa, pero a su manera. O sea, al revés. Es en su casa y ante su gente donde todavían no han podido saborear y festejar el placer de una victoria. 

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Y en ésas va y llega un Espanyol al alza, que viene de tumbar a uno de los colíderes de la competición, y que parece haberse propuesto asomar la cabeza por los puestos europeos. Aguirre ha conseguido imprimir ese carácter aguerrido y ganador suyo propio a un equipo en el que las referencias ahora son, precisamente, dos exlevantinistas para los que seguro es una noche especial: Stuani y Sergio García. Como quizá también, aunque le pille lejano, podría ser para el bueno de Xumetra, criado en la cantera perica.

Sin brújula. Otras coincidencias aparte, si algo asemeja a los actuales Levante y Espanyol es el verse ahora sin sus directores de orquestas. Ambos, a priori cortados por el mismo patrón, con la solidez defensiva por bandera, adolecen hoy de la batuta de Barkero y Verdú. Y cada uno lo suple a su manera. En Orriols Rubén coge cada vez más responsabilidad. Los pericos lo fían todo al concepto de equipo y a la intensidad. Así ya ganaron al Atlético.