NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

BARCELONA-REAL MADRID

El análisis, uno por uno, de los ocho americanos en el Clásico

Alves, Mascherano, Adriano, Neymar, Messi, Alexis, Marcelo y Di María jugaron el Barça-Madrid de la Liga española. Neymar (un gol) fue el más destacado y Alexis hizo un golazo.

Actualizado a
El análisis, uno por uno, de los ocho americanos en el Clásico
JAVIER SORIANOAFP

Hasta ocho jugadores americanos disputaron el Clásico de la Liga española. Seis por parte del Barça y dos por el Real Madrid. De todos ellos (Alves, Mascherano, Adriano, Neymar, Messi, Alexis, Marcelo y Di María), destacó el gran partido del brasileño Neymarn (tanto incluido) y el golazo de vaselina del chileno Alexis.

Fútbol Club Barcelona
Real Madrid Club de Fútbol

Alves: Gran partido a nivel defensivo. Muy concentrado y solidario. Mostró de nuevo una gran forma física. Subió su carril menos que de costumbre pero en una de sus internadas hizo un gran caño a Cristiano para plantarse solo ante Diego López. Falló en la definición del que hubiera sido un gol antológico.

Mascherano: Volvió a demostrar que le cuesta mucho jugar de lo que no es: central. Se dejó la piel, como siempre, fue bien al corte en casi todas sus acciones y se jugó el físico por arriba con jugadores mucho más altos que él. Sin embargo, cometió varias imprudencias al sacar el balón jugado, estuvo descolocado en una gran ocasión de Khedira e hizo un penalti no señalado a Cristiano con una carga que, por su fuerza, dejó de ser legal.

Adriano: Chico para todo. Otra vez cumplió con nota al suplir a Jordi Alba en el lateral. Acertó tapando a Di María y no se complicó a la hora de jugar a dos toques. Fue protagonista en el primer tiempo al tocar con la mano un balón dentro del área que pudo ser penalti y el árbitro no pitó. Físicamente demostró de nuevo que es un portento. Por fin, juega varios partidos seguidos sin lesionarse.

Neymar: El mejor del partido. El Barça, por primera vez en muchos años, busca más a otro jugador como él que a Messi, su líder. Tiró de su equipo en momentos clave e hizo el primer gol con una jugada bien finalizada con ayuda de Khedira. Encaró, dio guerra a Carvajal, ayudó mucho en defensa y perdió pocos balones. Su partido más completo. Fue sustituido al final entre la ovación del Camp Nou. Sui primer Clásico se saldó con una gran nota: sobresaliente.

Messi: Estuvo apagado pero, aun así, su nivel le da para estar a la altura del resto. No se le vio casi acelerar después de su lesión. Encaró poco, intentó jugar a dos toques, no tiró desmarques y perdió casi siempre sus duelos en carrera con Pepe. Su labor fue la de trabajar para el equipo, tapar la banda derecha (así no subió casi Marcelo) y echarse al centro para crear confusión con Cesc entre líneas. Está lejos de su mejor nivel físico pero pudo acabar el encuentro. Se fue sin marcar. Algo muy, muy raro.

Alexis: Jugó un rato al final y fue decisivo. En una de sus primeras jugadas en ataque hizo un gol de bandera que dará la vuelta al mundo. En la acción, a unos diez metros del área, encaró a Varane y al ver que no se podía ir de él en velocidad decidió lanzar una vaselina con Diego López adelantado. Su obra de arte sirvió para dar tranquilidad al Barça cuando más lo necesitaba. Luego se dejó el alma en defender y recuperar balones. Por fin hizo una jugada al nivel de su precio y de las expectativas creadas.

Marcelo: Como le suele suceder ante el Barça, se vio la versión más defensiva del brasileño. No subió casi por su carril porque su misión fue no dejar huecos a la espalda que pudiera aprovechar Messi. Perdió algún balón impropio de él. No dobló casi a Cristiano, como acostumbra, ni tuvo ocasión de disparar a portería, como suele. En defensa tuvo que hacer varias faltas a Messi para pararle.

Di María: El más deslucido de todos los americanos del Clásico. Jamás se encontró cómodo. No pudo conectar con facilidad con Cristiano ni con Bale (en punta). Casi no tocó balón para poder encarar y en una jugada en la que pudo quedarse solo ante Valdés, controló mal y desperdició la ocasión. Acabó siendo destituido al desfondarse por defender y por tirar desmarques sin encontrar el balón. Una vez más, le cuesta consolidar en un partido grande las buenas sensaciones que deja durante el resto de partidos.