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David Trueba

"La contundencia anárquica del Real Madrid le da ventaja"

David Trueba nos deleita con sus agudas observaciones sobre el fútbol. Nos aclara que, aunque es amigo íntimo de Guardiola, se siente muy atraído por el Atlético de Madrid.

David Trueba
PEPE ANDRESDIARIO AS

Llega un nuevo Barça-Madrid pero esta vez parece un duelo más atemperado.

—Bueno, ya se sabe que la presencia de Mourinho daba un punto más de intensidad emocional. Creo que también servía para cubrir algunas carencias en cuanto a juego. Este año, como siempre, es imposible saber por dónde va a ir. Tanto Martino como Ancelotti pertenecen a una escuela más moderada, pero también ahora los dos equipos muestran más puntos débiles. Creo que se pueden hacer más daño y el que pierda, sale con un problema. Especialmente si es el Madrid que ya ha perdido con el Atleti.

—Y usted que tiene alma atlética, ¿ piensa que el equipo de Simeone puede hacer la competencia en esta Liga?

—Me da la sensación de que hemos vivido en una especie de nube en estos primeros compases. Si el Atleti sigue adelante en las eliminatorias de la Champions es normal que un equipo con la plantilla más corta pierda intensidad en Liga. Tenga en cuenta que el Atlético está arriba porque ha llegado mordiendo en cada partido y eso es difícil. Simeone nos ha sorprendido a todos. Tiene una capacidad de motivación muy grande.

—El Cholo parece haber llegado para solucionar los males endémicos del Atlético.

—Tiene un punto de contacto con lo que le pasó a Guardiola cuando llegó al Barça. Alguien que conoce la casa, no solamente porque haya jugado sino porque sabe perfectamente lo que ese equipo contiene, cuáles son sus valores. El Cholo conocía al equipo y ha hecho de los defectos virtudes. Ha transformado el carácter y ha sacado brillo a los jugadores. 

—Tiene usted escrito que el entrenador es la estampa de la soledad. ¿Está sobrevalorada la figura del entrenador?

—Hay veces que sí. En el fondo el entrenador es un señor que juega al ajedrez, pero las piezas hay un momento en el que ya no las puede tocar. Y por mucho que grite al alfil si éste no tiene claro lo que tiene que hacer o no le salen las cosas, es difícil. Se está demostrando en estos últimos años que el fútbol español debería racionalizar la idea de que los entrenadores a más largo plazo son más rentables. Que el entrenador pueda hacer el equipo a su gusto, eso es clave.

—Sin embargo, parece que los grandes equipos necesitarán de esas personalidades supremas en los banquillos. ¿Ve a Martino o Ancelotti superados por las herencias?

—Está claro que entrenadores de personalidad utilizan también otras armas como pueden ser las ruedas de prensa que acaban siendo auténticos combates. Eso genera un espectáculo añadido y puede influir. Unos lo manejan mejor que otros. Ancelotti y el Tata lo tenían complicado después de los estilos tan definidos que tenían Mou y Guardiola.

—Usted, amigo de Guardiola, ¿no me diga que no le preguntaba por Mourinho?

—No hacía falta. Yo le hacía muchas bromas, porque veía que la situación era bastante provocada. Pep quería hablar de fútbol y el enfrentamiento aquel le irritaba. Y cuando dio algún puñetazo encima de la mesa, lo consideraba un poco como un fracaso mío, porque siempre intentaba convencerle de que se lo tomara a risa y no entrara a la provocación.

—No le funcionaba la terapia.

—Siempre le decía: “Imagínate lo que debe estar ganando el psiquiatra de Mourinho”. Y eso que tengo que reconocer que el personaje de Mourinho era literatura pura. En algunos casos de literatura clínica porque había mucho también de manual de Freud. El Madrid tenía problemas de juego que encubría con un discurso muy histérico y pasional que no engañaba al buen aficionado.

—¿Observa como un ‘drama’ lo que se está viviendo en la portería del Real Madrid?

—Cuando Pep se fue del Barça­ mucha gente criticó el movimiento. Él entendió que del fútbol te vas siempre mal, incluso siendo glorias nacionales. Lo de Casillas ha sido sorprendente porque nadie nos lo esperábamos. El enfrentamiento con Mourinho derivó en una situación insólita. Lo que no entiendo es que la gente no sea más cariñosa con Casillas por lo mucho que ha dado al Madrid y a la Selección.

—Si fuera el guionista de Iker, ¿qué epílogo le pondría a esta historia?

—Él va a pelear por volver a ser titular y si no lo consigue tiene años y espacios para irse a otro equipo. Aunque nunca será un equipo como el Real Madrid. Yo le aconsejaría conocer países,  otras ligas; prepararse para la vida futura de un gran entrenador de porteros como mínimo y que aproveche estos años.

—¿Se es injusto con Iker?

—Más que injustos, rácanos. Ha sido un ídolo de este país. Pocas veces un portero ha sido tan protagonista en partidos claves. También hay una cierta soledad en esta figura. Aunque un futbolista profesional siempre está solo. Esto es un negocio bestial y los jugadores saben que son carne de cañón.

—Cuando escribió ‘Saber perder’, ¿pensaba en el Atleti?

—No, contaba la historia de un chico joven que viene convertido en una estrella y que no encuentra el éxito que justifique su fichaje. Y eso es habitual en muchos equipos. Me acuerdo cuando Aimar ficha por el Zaragoza y bajan a Segunda. Un drama. Gente como Saviola, que nunca acabó como prometía. Ahora veo lo de Bale. No habla el idioma, le faltan datos para entender el club, la gente espera de él milagros, al lado está Cristiano, se acaba de ir Özil. Es un drama. Si fuera amigo de Bale le diría “tío procura relajarte. Vámonos al cine”.

—¿Por qué se hizo del Atleti?

—Era el menor de ocho hermanos y un chico de mi clase me dijo que viera el Atlético-Borussia. Me puse a verlo y llegó mi padre y me dijo: “¿Qué haces? Viendo al Atleti”. Me dijo que también era del Atleti y nos quedamos juntos viendo el partido. Era un aficionado atípico que admiraba mucho al Madrid y siempre comparaba a nuestro equipo para mal.

—Y ahora que va tan bien, ¿qué hacemos con la leyenda del Atleti?

—Le diré que la mitología del Atleti como un equipo derrotado a mí tampoco me cuadra. Hemos perdido, pero ha dado suficientes satisfacciones a su afición. Eso sí, son placeres irreproducibles y muy distanciados.

—¿El que tantos actores y directores de cine sean del Atleti tiene algo que ver con que le hacen la pelota a Cerezo?

—Es fruto del punto de drama que tiene el Atleti. Es un equipo de artes escénicas. En el cine la felicidad no es fotogénica. La gente va a ver las dificultades de un tipo para salir adelante. Y por eso los novelistas, los actores, se han sentido atraídos por las dificultades que ha tenido el Atleti para tener un relato de vencedor. Ahora, le aseguro que conozco a un montón de artistas que son del Madrid o del Barça.

—¿Florentino Pérez es como un productor de cine que está siempre encima del equipo de rodaje?

—Florentino es un productor ideal porque te pone todo el dinero que necesites. El problema es cuando te dice qué actor tiene que salir. Ahí es donde no sé los entrenadores cómo llevan la película. Tú quieres que el productor sea espléndido pero también quieres tener la autoridad para hacer la película que quieres. En cualquier caso, Florentino es el poder y el poder es peligroso.

—¿Qué es lo que más le aburre del fútbol?

—La frecuencia. Hay un punto de exceso y eso a mí me agota. Y al espectáculo en general le     hace un daño increíble. Habría que buscar una racionalización de los horarios. Es un producto excesivo con partidos del siglo cada cuarto de hora.

—¿Qué espera de su nueva película ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’?

—Primero, que vayan al cine a verla. Es una película que la gente sale contenta. Yo siempre he sido apasionado de mi trabajo y he querido que transmita lo mucho que me gusta hacerlo. La película trata de la pasión de un profesor de inglés porque sus alumnos aprendan y salgan adelante. Casi nunca ponemos el acento en gente que lo hace muy bien y honestamente, pero sin estridencias. Para mí esos son héroes.

—¿El papel de Javier Cámara está inspirado en Del Bosque?

—No, pero ahora que lo dice. Me fascina esa forma de ir por la vida sin querer estar en el centro de los focos. La humanidad está repleta de gente que hizo muy bien su trabajo sin darse importancia y sin embargo siendo protagonistas.

—De todas formas, es un éxito hacer hoy una película.

—La época es difícil para muchos negocios. No es el cine el tema que preocupa si lo comparas con la sanidad o la educación, grandes valores de este país y que ahora están en peligro.

—Un pronóstico para el primer Clásico de la temporada...

—Que gane el que tenga la apuesta más generosa. Veo que la contundencia anárquica del Madrid tiene hoy por hoy un punto de ventaja.