Ernesto Valverde da con la tecla y encarece mucho la titularidad

Decía Ernesto Valverde que andaba buscando un equipo que se ajustase al estilo que propone para el Athletic. Fundamentalmente, su dilema radicaba en la fisonomía del medio campo, el resto de piezas son intercambiables. Pues el primer gran acierto táctico del técnico, ante el Villarreal, puede suponer un antes y un después en sus alineaciones. Aunque a Txingurri le guste rotar, la impresión de solidez que ofreció su apuesta no se antoja como un plan para un día.

Iraizoz ha puesto orden en la portería y la defensa, repuesto Balenziaga, parece ya fija. También la delantera: Susaeta, Aduriz y Muniain con apariciones de Ibai. El lío está en la media. Valverde dudó de Iturraspe como pivote y le apretó las clavijas con Morán y Rico. Pero parece decidido a apostar por el cerebro de Bielsa y cuando no esté, por San José. Ayer charló un buen rato con ambos de aspectos tácticos.

La sensación es que tiene overbooking de jugadores para su acompañante. Rico se ha hecho fuerte ahí y parece indisutible. Hasta el lunes, Beñat parecía ser elegido. Deberá hacer méritos para volver. Y Ander Herrera también está más cómodo en ese sector intermedio. Más que de enganche, porque pisa inseguro el área. De Marcos rompe líneas y dificulta más la salida de balón rival. El puesto se ha encarecido.

A fuego lento. La gran ventaja es que el segundo proyecto de Txingurri en Bilbao se está cociendo a fuego lento ayudado por los espectaculares resultados en los partidos de casa (13 puntos de 15). Ha sumado diez en San Mamés y tres en Anoeta. Y ya se ha quitado del calendario en casa a equipos como Betis, Valencia y Villarreal, dolores de muelas en los últimos años. Le falta empaque fuera: sólo ha sumado, una victoria, en Valladolid.

La cosecha de puntos no es moco de pavo. Resulta elocuente que Valverde haya batido el récord en Bilbao desde que en la campaña 1995-96 se instaurase la Liga de tres puntos. El tope estaba en catorce, los que sumó Luis Fernández en la 1997-98 para quedar subcampeón y meter al equipo en la Champions. Ese registro también lo logró Txingurri en su primer año (2003-04). El Athletic acabó quinto y se clasificó para Europa.