FÚTBOL. PRIMERA
Chini, jugadora del Sant Gabriel, será operada del corazón
Chini Pizarro será intervenida el 4 de noviembre para acabar con las taquicardias que ponían en peligro su vida: "Temí no poder volver a jugar más al fútbol".
La centrocampista del Sant Gabriel, Chini Pizarro, será operada del corazón el próximo 4 de noviembre para acabar con unas taquicardias que podían haber puesto en peligro su vida. Chini, de 23 años, tuvo sus primeras taquicardias en mayo durante un entrenamiento con el Rayo. "Entonces fui a urgencias, pero en las primeras exploraciones no se vio nada. Pero en agosto, estando entrenando ya con el Sant Gabriel, se repitieron las taquicardias y me hicieron una prueba de esfuerzo. Ahí se vio que tenía anomalías en el corazón y el club me llevó a una clínica privada donde me hicieron pruebas cardíacas específicas y se vio que debía operarme porque tengo una especie de 'cablecillo' en el corazón que me da estos problemas y que se debe eliminar. Es una intervención sencilla, con anestesia local y que se realiza a través de la arteria femoral".
Chini está muy animada y el domingo recibió el apoyo de toda la plantilla del Sant Gabriel con un gesto que la emocionó. Sus compañeras salieron al terreno de juego con unas camisetas en las que se leía "¡Animo Chini!". "Fue un momento muy emotivo y ante mi exequipo, el Rayo, del que guardo, además de un recuerdo excelente, unas grandes amigas. Estoy contenta porque temí que para mí se me acabara el fútbol y al final no será así. Me han dicho que al ser deportista existía el riesgo de que me pudiera dar un síncope, pero ahora estoy tranquila porque es un problema que se soluciona con una intervención sencilla".
Desde que recibió los resultados de las pruebas cardiacas hace tres semanas, Chini tuvo que dejar de jugar y se vio obligada a entrenarse al margen del grupo y a controlar las pulsaciones en cada entrenamiento para que éstas no pasaran de 140. "Me han dicho que una semana después de la intervención ya podré jugar. Estoy muy contenta en el Sant Gabriel. Necesitaba el cambio, salir de casa. Nunca había salido fuera de casa (es madrileña y jugó en el Rayo y en el Atlético Féminas) y estoy feliz con la experiencia. El Sant Gabriel es un club con un trato muy familiar y me ha acogido muy bien. Estoy deseando volver para ayudar al equipo a llegar lo más lejos posible".