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Café, Copa y Fútbol | Juan Echanove

"El Cholo Simeone me está curando el antimadridismo"

Citamos a Juan Echanove en 'Las estaciones de Juan' y posa encantado con la bufanda del Atlético de Madrid. Comulga plenamente con el 'cholismo' que impulsa a los colchoneros.

Juan Echanove.
J. A. Orihuela

¿Tiene usted la impresión de que la Liga ya no es cosa de dos?

Club Atlético de Madrid, SAD

—No sé qué pasará con la Liga, lo que tengo claro es que el Atlético está viviendo una revolución, que tiene un nombre propio: Simeone. Ha sacudido los viejos fantasmas de los equipos perdedores y alejarnos de la senda de los tristes. Se acabó el llorar y sobre todo se acabó odiar a los rivales. El Cholo está consiguiendo que deje de ser antimadridista.

—Que importante además desterrar lo del pupas.

—A nosotros nos define una capacidad de adaptación a los tiempos. Y durante mucho tiempo, como no teníamos oportunidades de ganar, nos acostumbramos a vivir en la derrota. Por eso mismo, no he visto todavía a ningún atlético de los de siempre caer en el triunfalismo.

—¿Cómo define el sistema Simeone?

—Es un trabajo de grupo en el que todos tienen su sitio. Lo bueno que tiene el método Simeone es que hace pensar en el otro. Los jugadores están leyendo el partido y saben dónde están los compañeros. Todo esto tiene que ver con la generosidad, la implicación y la entrega. Y todavía nos quedan cosas por lograr. Por ejemplo que rompan Adrián y Villa.

—¿Le ha parecido buen fichaje el de Villa?

—Es una gran apuesta. Villa es un jugador que necesita de todo un entorno favorable que anime su trayectoria. Ningún jugador puede ser ninguneado y Villa lo fue en el Barcelona. Es un crack de la Selección y tiene que tener un equipo. El Atleti va a ser su casa y cuando encuentre el sitio volverá a ser un gran goleador y escribirá páginas de oro en este club. Villa no me preocupa, me preocupa más Adrián.

—¿Por qué?

—Porque no acaba de romper. No encuentra la conexión con el gol. Pero cuando lo haga, cuidado con él porque es un grandísimo jugador. Es lo que le ha pasado a Diego Costa, que se encontró en una esquina con el gol y ya no se han separado. Tienen una relación de pareja. ¿Quién viene hoy a cenar? Vienen Diego Costa y el gol. No sé cuánto va a durar esa relación pero conozco algunas que han durado toda la vida.

—¿Atlético de toda la vida o le mueve la fe del converso?

—Soy un atlético en medio de una familia de madridistas. Mis hermanos son del Madrid y mi hijo es del Madrid. Cuando en mi casa juega el Madrid, preparo cena, llamo a mi hermano, vienen amigos, sacan las banderas y lo pasan bomba. Pero cuando juega el Atleti preparo cena y me la como yo solo porque no les interesa.

—La final de la Copa del Rey sería distinto.

—La vi en Murcia en una habitación de hotel con María Galiana porque estábamos haciendo la función ‘Conversaciones con mamá’. Nos pedimos la cena en el hotel y vimos allí juntos el partido. Ella no se emocionó demasiado porque es bética de toda la vida.

—Un partido que fue como el cambio de sino.

—Como Espartaco. Fue la rebelión de los gladiadores, de los desposeídos. En el fondo era también un poco David contra Goliat. El Madrid era mucho Madrid.

—Mírenos a los ojos y díganos la verdad, ¿cuando juega el Madrid va usted a favor o en contra?

—Le confieso que antes que ir con el Madrid voy hasta con el árbitro. Una cosa es que el Cholo me esté curando el antimadridismo y otra que me alegre de una victoria del Madrid. Eso ni hablar. Desde una postura tolerante y con mucha educación, yo estoy encantado de que pierda el Madrid.

—¿Se indignó con la actuación de Muñiz en Elche?

—El tema del arbitraje y la injusticia es pan para hoy y hambre para mañana. Si el fútbol tuviera un rigor matemático no nos gustaría tanto. Sin errores arbitrales tengo la sensación de que el fútbol sería un deporte bastante aburrido. Defiendo el error arbitral. Forma parte de la tensión dramática.

—¿Le pareció un error el paso de Mourinho por España?

—Mourinho me pareció un suicida. Tenía razón en mucho de lo que decía pero esa obsesión por inmolarse en público no hay quién la entienda. Hay que recordar que al fútbol juegan los niños en las escuelas, y aquellos que tienen una proyección pública tienen una responsabilidad. Es decir, uno no puede ser un chulo profesional. Sembraba el conflicto, la indignación y el encono por donde iba.

—¿Le ha sorprendido el nervio que ha desplegado Ancelotti desde su llegada a Madrid?

—Hay que darle tiempo. El problema es que en un club como el Real Madrid no tienes tiempo, pero Ancelotti tiene que encontrar una manera de jugar. Desde luego tiene aguante y seguro que ya se va acostumbrando a que le digan en casa: “Oye, ¿te han echado ya?”.  El Madrid tiene que empezar a jugar bien y ganar. Y lo hará.

—¿Qué le falta al Madrid?

—No lo sé. Quizás mirar más al Atleti y darse cuenta de que esto es un juego de equipo. Hay demasiada individualidad. Con las individualidades tú puedes ganar tres puntos pero con todo un equipo puedes poner a la afición de pie.

—¿Cómo observa la esquizofrenia que se está viviendo en la portería del Real Madrid?

—Diego López está en una forma espectacular y perfectamente capacitado para ocupar ese puesto. Diego es hoy por hoy el portero indiscutible del Madrid, y para mí Casillas es el portero indiscutible de la Selección.

—Y eso, ¿cómo se cocina?

—Es difícil. Y por eso creo que Iker debería dejar el Madrid e irse a jugar en un equipo de titular. Debería marcharse a un club inglés. Casillas no puede ser suplente; es un jugador para estar en todos los partidos y mantenerse  en una forma óptima para ser el portero de la Selección en el Mundial. 

—Y olvidarse de acabar en el Madrid.

—Esto no es más que una ilusión infantil. Hay que fijarse en Raúl, un tío que sin hacer ruido, se fue un día del Madrid y tuvo una etapa dorada en el Schalke. Luego se fue a Qatar donde lleva dos temporadas gloriosas y de paso gana mucho dinero. Ha sido feliz, ha ganado muchísima pasta, se fue en lo más alto, jugando todos los partidos y aclamado por otra afición y no sólo la del Madrid. Eso se lo ha ganado a base de cabeza y de no creerse nadie. Y creo que Iker debería hacer lo mismo.

—¿Qué opinión tiene del presidente Florentino Pérez?

—Es un presidente de empresa. Deportivamente su discurso no es personal, sino de empresa. Cada vez que da una rueda de prensa me da la sensación de que está haciendo la lectura de beneficios de su empresa constructora. No me lo creo mucho. Pero no me quiero meter con Florentino, tiene todos mis respetos.

—¿A Enrique Cerezo le pasa lo mismo?

—También es hombre de empresa, pero Cerezo ha sido mi productor, es mi amigo y mi presidente. Le valoro mucho y le tengo cariño y es un presidente estupendo para el Atlético. Es un hombre con retranca y con cierto sentido del humor. Y no es un sobrado.

—Para usted, ¿el mejor entrenador del mundo?

—Cruyff. Sin duda. Es verdad que Guardiola tuvo el mérito de multiplicar por cien una herencia que vino de Cruyff y sobre todo de Rijkaard.

—¿Y Del Bosque?

—Si hay alguien que sabe el estado actual del fútbol español ese es Del Bosque, que a su vez le ha pasado lo que a Guardiola pero con Luis Aragonés. Luis dio en la clave y Del Bosque ha sabido desarrollar esas pautas a la perfección.

—Qué diferencia esta Selección y la del 82, ahora que en  ‘Cuéntame’ están recreando el Mundial de España.

—Vivimos entonces grandes decepciones. Uno se acostumbra pero hay que recordar que nuestros éxitos deportivos son muy recientes. Por cierto que en la serie, una de las barbaridades que nos pasan a mi hermano Alcántara y a mí es con el Naranjito, porque nos metemos a hacer naranjitos y el negocio se nos complica. No puedo contarles más.

—Y usted que ha hecho tantos personajes, hasta de Franco, si tuviera que interpretar a uno del deporte, ¿a quién escogería?

—A Jesús Gil. Excesivo y “ostentóreo”. Porque los personajes cuanto más alejados están de ti, mejor para interpretarlos. Me acuerdo una vez llegando al palco que se dio la vuelta y me gritó: “¡Para que veas que dejamos entrar rojos en esta casa!”. Era muy excesivo, sí.

—¿Qué proyectos tiene además de seguir al Atleti?

—Estamos rodando una nueva temporada de ‘Cuéntame’ y el 30 de octubre estrenamos en Madrid, ‘Conversaciones con mamá’. Estaremos hasta el 19 de enero.

—María Galiana es la madre, ¿y usted?

—Mi personaje es un hombre de 50 años, que se queda en paro, después de una vida sustentada en lo económico y la apariencia social y de pronto se ve sin trabajo y sin nada y tiene que recurrir a su madre para salir del agujero. Ella se niega y a partir de ahí se desarrolla una comedia romántica y muy divertida.

—Como productor de la obra, ¿le parece que la cultura está ahora muy poco respaldada?

—Lo del IVA es una sinrazón absoluta. Francia, Alemania, Gran Bretaña, todos tienen un IVA reducido. Y aquí al contrario. Y tú preguntas, ¿se recauda más dinero? No. ¿Se generan mas puestos de trabajo? No. Entonces, ¿qué se consigue? Nada, destrozarnos.

—¿Qué le parecen las críticas de Montoro a la industria del cine español?

—Una grave equivocación. La historia de un país se refleja en su cultura. Dentro de 50 años nadie se acordará de Montoro y todo el mundo sabrá lo que hizo Saura, Almodóvar, Amenábar y tantos otros que con su talento hicieron que esta industria fuera un día grande.

—Para acabar, usted que es un gran cocinero, ¿algún plato dedicado a los atléticos?

—Tome nota: primero una capa de arroz blanco; encima le pones tomate, después mayonesa, bonito y otra capa de arroz por encima. Es el pastel de arroz rojiblanco. No se lo pierdan.