El entrenador italiano coló en su staff a su hijo y a su yerno

Ancelotti llegó avalado al Madrid gracias a dos Copas de Europa y sus Ligas en Italia, Francia e Inglaterra, entre otros títulos. Junto a él aterrizó su cuerpo técnico habitual, entre el que metió a su hijo Davide, a su yerno, Mino Fulco y al hijo de Giovani Mauri, Francesco. Todos con un historial inferior al del técnico y a la exigencia del mejor club del siglo XX.

Davide, de 24 años, tiene la carrera que equivale en España a INEF y la única experiencia de sus prácticas en el PSG, también cuando su padre era entrenador... Escribió una tesis sobre el uso de la metabolimetría en la evaluación funcional del futbolista de élite y se ha especializado en la preparación atlética y en el desgaste de los jugadores. En Valdebebas ejerce como tercer preparador físico y es habitual verle dirigiendo el calentamiento o algunos ejercicios. Ancelotti se defendió en el Corriere de la Sera por las críticas por ficharle: "Un entrenador quiere personas competentes y de confianza. Mi hijo tiene competencia, entusiasmo y, sobre todo, confío en él".

También habló de la inclusión de su yerno como nutricionista: "¿Es mi culpa si mi hija está comprometida con él?". Lo cierto es que Carletto quería para el puesto a Francesco Abaldi (que también está contratado), pero la imposibilidad de que éste estuviese todos los días en Valdebebas (viaja a Madrid cada 20 días porque vive en Italia) le permitió tener la excusa para fichar a su yerno, Mino Fulco (de 28 años). Un nutricionista de "su confianza" para que gestionase los suplementos alimenticios. Por estos fichajes tuvo que porfiar con el club ya que en el Madrid querían que de ese apartado se ocupasen los servicios médicos de Sanitas.

Los expertos en esta rama no conocen a ninguno de los dos. El yerno de Carletto no tiene experiencia en la élite y antes de llegar al Madrid impartía clases de pilates MFX (un método que aprendió en Londres) en un negoció que montó el pasado mes enero con la hija de Ancelotti en Milán.