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Selección

La Federación pedirá a Diego Costa una postura inequívoca

Brasil utiliza el caso para generar rechazo a La Roja en el Mundial. Costa ya dijo que quería ir con España al que ha de saberlo: a Vicente del Bosque.

DIEGO COSTA NO HACE LA GOMA. Diego Costa (en la foto ayer, durante el entrenamiento del Atlético) se propuso jugar el Mundial con España a base de goles. Y lo va a conseguir. El delantero hispano-brasileño es el Pichichi de la Liga con diez goles, más que Cristiano Ronaldo y Messi.
Jesús Aguilera

La Federación Española de Fútbol volverá a citar en los próximos días a Diego Costa para ratificar lo que ya le dijo a su secretario general Jorge Pérez y al seleccionador, Vicente del Bosque, el pasado día 3: que su elección es España. Pero en la misma reunión, la RFEF le pedirá al jugador que confirme públicamente su elección, dado que Luiz Felipe Scolari, seleccionador de Brasil, está enredando. Tienen la sospecha de que Scolari quiere hacer del caso Costa un motivo de rechazo en todo Brasil para general un ambiente en contra de España durante el Mundial. Que en cada partido que juegue La Roja en el Mundial, el público local genere un infierno contra La Roja.

De modo que podemos decir que el Mundial ha empezado ya. Que Brasil ya juega el partido contra España. Barruntan una final entre los actuales campeones y el aspirante. Y se trata de que La Roja llegue a la gran cita con el mayor desgaste posible.

Por supuesto que en la estrategia de Scolari hay más aristas. Para el seleccionador de Brasil, que antes lo fue de Portugal, sería un drama enfrentarse a una España reforzada con un jugador al que él pudo bloquear y al que no llamó para la Copa Confederaciones. En realidad, el caso Diego Costa empieza a parecer más un error de Scolari que un acierto de Del Bosque. Y con cada gol del delantero atlético crece esta sensación. De ahí que Felipao haya pasado de olvidar a Diego Costa en los últimos ocho meses a hablar más de él que de Fred, Pato o Damiao en los últimos ocho días. En Brasil, que no son tontos, empiezan a darse cuenta de la jugada. De repente tienen un motivo para pensar que España no está haciendo nada contra derecho, y que es Scolari el que trata de rectificar.

Ya no. Pero llega tarde. Porque Diego Costa le manifestó a Del Bosque y a Jorge Pérez su voluntad de jugar con España. El futbolista sembró dudas en una posterior entrevista en El Larguero, con José Ramón de la Morena, pero tras el partido contra el Celta en el Calderón fue más claro: "La decisión está tomada", dijo refiriéndose a España.

En realidad la única preocupación de Diego Costa no era que lo llamara Brasil, sino que fuera bien recibido por España. Esas dudas se las despejó el seleccionador en la comida del pasado día 3. Pero para más señas, Villa, su compañero en el Atlético, hizo una encuesta entre los internacionales para pulsar el recibimiento que tendría Diego Costa. La respuesta, en general, fue muy buena.

Por lo tanto, el caso Costa tiene un final. Un final próximo. Llegará en el momento en que el jugador, públicamente, ratifique que quiere jugar con España. Ya se lo dijo a Del Bosque después de más de medio año de olvido por parte de Scolari, que por cierto nunca se ha tomado la molestia de invitarle a comer.

Para La Roja se trata de un refuerzo de lujo. Diego Costa lleva más goles que Cristiano y Messi. Pero por si eso fuera poco, los técnicos consideran que es un delantero que cubre una laguna táctica desde la jubilación de Güiza, que era el atacante que mejor se movía en la zona del fuera de juego.

Los rivales se cierran contra España, adelantan la defensa y los centrocampistas contrarios se incrustan entre los zagueros. Se repite la historia en cada partido. La Roja, desde que se fue el gaditano, sufre en estas situaciones. Y Diego Costa es un maestro en aprovechar esa circunstancia. Se mueve como nadie en la línea del fuera de juego. Se le puede sacar partido ahí. Mucho. Los técnicos siempre ven un poco más que el resto de los mortales.