ESPAÑA 1 - HUNGRÍA 0
Morata pone a salvo un mal día
Un gol del madridista en el inicio decidió un partido en el que la Selección fue de más a menos. Hungría, que se encerró mucho, acabó más entera físicamente.
El seleccionador magiar, Antal Róth, plantó un sistema acumulando dos líneas muy juntas y el equipo de Lopetegui sufrió para encontrar rendijas por donde meter sus puñales, Sarabia y Muniain, o en su defecto aprovechar el buen toque de Suso (sustituto del lesionado Sergi Roberto) y Óliver.
Tuvo que ser Morata, que sigue congraciado con los dioses del fútbol, el que sacara de problemas a su equipo con un gol en 8’ a centro del extremo getafense. El delantero blanco volvió a ofrecerse a Ancelotti y Del Bosque para lo que gusten. Ya lleva 11 tantos en nueve partidos con la Sub-21 y su vena goleadora no parece terminar. En un partido sin apenas oportunidades de gol, su diana ante el catenaccio magiar (qué lejos de sus antepasados de los años cincuenta) es oro de cara al billete para el Europeo 2015.
España mantiene el pleno con 12 puntos sumados de 12 posibles y pone distancia con Austria y la propia Hungría. De hecho, la selección húngara nunca descompuso su idea. Aún con ese tempranero 1-0 y una clarísima oportunidad de Óliver de cabeza en el 38’, siguió manteniéndose agazapada a la espera de cazar a España en un renuncio.
La estratagema les surtió efecto en el 59’. Adorjan, el mediapunta del Groningen y lo mejor de Hungría, le hizo un caño a Saúl para plantarse solo delante de Pacheco y el balón logró rebañarlo en la línea Carvajal con la ayuda del poste... Un toque de atención ante el que reaccionó Lopetegui metiendo a Rubén Pardo para templar las ideas. Y a Deulofeu, poco después, para buscar el uno contra uno contra el rocoso lateral Poor. No fue suficiente, España siguió sin conseguir abrir resquicios en la defensa húngara y, al menos, los minutos se agotaron sin volver a recibir un golpe del equipo húngaro, excesivamente conformista y cuadriculado.
La Sub-21 sale de su doble enfrentamiento en la región de Murcia contra Bosnia y Hungría sin avasallar, como el 2-6 en Austria, pero sabiendo doblegar a dos rivales correosos que plantearon la trampa de encerrarse. Como los ‘mayores’ en Finlandia y ante Bielorrusia. Parece el destino de nuestras selecciones.