Iribar: "Hay nostalgia, pero el nuevo San Mamés es un acierto"

La mudanza desde la vieja Catedral al nuevo San Mamés fue el tema central sobre el que giró el Encuentro con los Ases, organizado ayer en un marco espectacular: la luminosa terraza del hotel Hesperia Zubialde, un balcón hacía la Ría de Bilbao, sobre la que asoma imperial, a su espalda, el nuevo feudo de los leones. Iñigo Markínez, una de las voces más reconocibles de la SER, ejerció de maestro de la ceremonia, que abarrotó la coqueta sala. En la mesa sobre el escenario, José Ángel Iribar fue la figura más elogiada. A su lado, Koldo Aguirre, una leyenda de la prolífica historia del Athletic como jugador y entrenador. Y el actual equipo estuvo representado por De Marcos y Beñat.

Alfredo Relaño, director de AS, y Nika Cuenca, delegado del periódico en el País Vasco, completaron el grupo, que fue desmenuzando los entresijos de un club tan peculiar como el rojiblanco. En la primera fila del auditorio escuchaban con interés Javier Gómez Matallanas, adjunto a la dirección, el subdirector Pedro Pablo San Martín, y los redactores jefes Tomás Roncero y Manuel Esteban, Manolete. El subdirector Pedro Pablo San Martín atendió de pie.

“Los recuerdos del viejo campo están ahí, no los va a quitar nadie, pero toca disfrutar del nuevo y ya lo pudimos hacer el otro día”, arrancó Iribar, con cierta melancolía: “Hay nostalgia del nuevo campo. Hay muy buenas sensaciones con este San Mamés, ha sido un acierto. Las personas son las que llenan los campos y estos están dentro de ellas. Son lo más importante”.

Nueva Catedral. Relaño traía el gesto algo torcido, escéptico ante qué se iba a encontrar en lugar de su venerada Catedral: “Después de ver el nuevo campo, lo tolero un poco mejor. El viejo campo me dejó sobrecogido, me pareció una hermosura. Pude despedirme de él en mi intimidad, en el partido contra el Madrid. Me ha gustado el nuevo, aunque da rabia no verlo cerrado”. “Los de Bilbao cuando se ponen a hacer una cosa, ahí está. En la Peineta llevan ocho años y hay dos trozos de hormigón”, bromeaba San Martín.

Koldo Aguirre dio carpetazo al asunto: “El otro estaba ya mayor. A este le llamamos La Nueva Catedral”. Los jugadores de ahora coinciden con él. “El público está muy encima —subrayó De Marcos—, aunque aún no tenemos la sensación de fortín de San Mamés; cuando esté cerrado será increíble. Tenemos un campazo y hay que arroparlo por todo lo alto”.

Beñat recordó que la vieja guarida de los leones se le daba bien. “He tenido ocasión de marcar en el estreno del nuevo y ojalá pueda hacer más”.