NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

ESPANYOL 3 - ATHLETIC 2

Víctor Sánchez pone al Espanyol en la frontera de la Champions

Dos goles del centrocampista lanzaron al equipo de Aguirre, que fue muy superior al Athletic. El árbitro no pitó un penalti a favor del Athletic con 0-0.

BarcelonaActualizado a
Sergio García celebra el tercer gol del Espanyol.
EFE
Real Club Deportivo Espanyol de Barcelona
Athletic Club de Bilbao

Vini, vidi, Víctor. Igual que Julio César, quien llegó, vio y venció anoche en Cornellà-El Prat fue Víctor Sánchez. A su repertorio habitual de coberturas y robos de balón, el mediocentro añadió el gol. Como en la primera jornada ante el Celta o el curso pasado ante el propio Athletic en San Mamés. La exhibición de Víctor comprendió dos tantos, el primero de ellos un golazo con la zurda y el segundo, la llave del triunfo perico tras el 1-1 rojiblanco. Un alarde de recursos que quedó a dos goles de recibir premio mayúsculo: que el Espanyol terminase la jornada en zona Champions.

El espíritu de Víctor, un fútbol aguerrido, de contacto y presión, reinó en la primera mitad, equilibrada. Aunque la igualdad pudo quebrarse si Martínez Munuera hubiera visto las manos de Colotto en su área, en el 9’. Pero enseguida llegó el 1-0, un robo de Víctor, que cabalgó y empalmó el balón al bote. Celebraba el Espanyol la ventaja al filo del descanso —tras un primer susto de Muniain, que salvó Moreno in extremis—, cuando De Marcos (que tuvo sus primeros minutos con Valverde, tras haberlo jugado todo con Bielsa) empató a pase de la muerte de Rico tras un gran balón colgado por Beñat.

Remate similar pero del omnipresente Víctor, listo para empujarla, fue el que condujo al 2-1 en la reanudación. Y cuando el Athletic buscaba el toque que no halló, quien sí encontró el gol que hasta ayer se le negaba fue Sergio García, quien pese al golazo postrero de Ibai, sentenció el partido, sus miedos y mantiene al Espanyol invicto. O, en este caso, inVíctor.