VILLARREAL-REAL MADRID
Gareth Bale e Illarramendi debutan en plena fiebre amarilla
El virus FIFA obliga al estreno (22:00 horas, C+ 1) del galés, que jugará un tiempo, y del vasco, que será titular. Nacho, de tres. El Villarreal, con nueve del ascenso, Gio y Asenjo.
Del cruce patológico entre la fiebre amarilla (de la que disfruta el regresado Villarreal) y el virus FIFA (que ataca al Madrid) ha acabado por salir el debut de Gareth Bale. Pintaba que viajaría como explorador, para conocer el avión, la convivencia y hasta la paella en su estado original, pero juega medio tiempo, probablemente el segundo. Di María trae una paliza argentina y sus compañeros de línea, Isco y Cristiano, fueron liberados por sus selecciones de los partidos del martes a causa de sus problemas físicos. Quizá tampoco estén para 90 minutos. En esta conjunción de fatigas y dolencias se explica el estreno de Bale, que jugó media hora con Gales y que en Villarreal lo hará desde la derecha para no incomodar a Cristiano, al que ayer le dedicó un caño en el entrenamiento, respuesta de arte a una entrada previa subida de tono al portugués.
Bale ganó en sus primeros partidos con el Southampton y Gales (con 16 años en ambos casos) y perdió en su debut con el Tottenham (ante el Manchester, con 18 años).
Lo cierto es que al Madrid le dejó muy golpeado el virus FIFA. Cedió 17 jugadores para causas nacionales por sólo cuatro del Villarreal (dos de ellos, Pantic y Jokic, no están en la lista). “Hay que mejorar la comunicación con los seleccionadores”, fue la queja de Ancelotti, que pareció apuntar al portugués Paulo Bento. Utilizó a Coentrao ante Irlanda y Brasil y el jugador, muy corto de preparación, se rompió para diez días. El contratiempo ganó en tamaño con la lesión de Marcelo con Brasil, ausente dos semanas. Nacho, que debutó el martes con la Selección, será el lateral izquierdo. Illarramendi jugará su primer partido oficial, después de dos ratitos en pretemporada (ante Portsmouth y Olympique de Lyon), previos a dos roturas musculares. Será la pareja de Modric. Khedira jugó los dos partidos completos con Alemania y parece contraindicada su alineación.
Mientras, el Villarreal vuelve a ser el país de las maravillas. Hubo un tiempo en que todo se convertía en oro allí: Pellegrini, Forlán, Senna, Rossi, hasta Riquelme durante un buen rato. El año pasado se fue a Segunda y cambió el registro. Sólo cuatro jugadores quedan de los que descendieron, después de Roig hiciera caja con las figuras (Diego López, Borja Valero, Gonzalo, Zapata, Ruben…), y en la plantilla figuran once canteranos. En la alineación de hoy, la de gala, figuran nueve futbolistas del curso pasado, todos menos Asenjo y Giovani, la estrella del equipo, pese a que el club hizo ocho fichajes este verano. Un punto de agradecimiento bien recibido.
El proyecto se agrupa en torno a la figura de Marcelino, un técnico que despierta el mismo entusiasmo que Pellegrini aunque desde un ángulo menos glamouroso pero más hiperactivo. Le ha quitado toque al equipo a cambio de velocidad y energía. La cosa funciona: tres triunfos en tres partidos en esta Liga. Desde que llegó al Villarreal sólo ha perdido ante el Castilla, en su debut, y frente al Elche. La sucesión de buenas noticias invitan a pensar que habrá lleno (faltan sólo 1.000 entradas por vender) y pelea con el Madrid. Como en los buenos tiempos.