ATLÉTICO-ALMERÍA
Simeone sigue sin rotar
El Cholo no piensa en el Zenit ante un Almería que no culmina. Continuará confiando en el bloque que le ha guiado a este inicio perfecto de curso.
Repitió Simeone en verano que esta temporada serían frecuentes las rotaciones y todo hacía presagiar que hoy, el Almería en casa y la Champions al acecho, empezaría el baile. No será así. Salvo la habitual entrada de Tiago por Mario y las dudas propiciadas por la fiebre de Miranda y Arda, el Atleti seguirá exprimiendo el bloque que le ha guiado a este inicio perfecto de curso.
Llama la atención e insinúa que el técnico ha tenido que improvisar ante los titubeos del club en el mercado, todo al final como un mal estudiante. Sabe que este año no puede tirar Europa y pidió a Diego, que no llegó por una guerra de egos sin vencedor entre dirigentes y jugador. Simeone, disciplinado, comentó antes del partido que, a falta del brasileño, bien está la proyección de Óliver. Pero no le ve preparado y será suplente un día que parecía idóneo para darle las llaves del coche.
Mientras, Alderweireld y Guilavogui ni siquiera entraron en la convocatoria. Son jóvenes, se han perdido la pretemporada y no están en los planes inmediatos. Así pues, juegan los clásicos. Diego Costa, que se perderá los dos primeros encuentros de Champions por sanción, será el martillo y Villa, finísimo en Anoeta, el alfiler.
El Almería de Francisco es un romántico, un recién ascendido sin complejos. Juega y deja jugar. Demasiado, quizás, porque le falta colmillo para rematar las victorias que tan bien se trabaja. Si los partidos durasen 84 minutos, exhibiría nueve puntos y sería el equipo de moda. Sin embargo, se dejó remontar por el Villarreal y empatar por Getafe y Elche y se ha quedado con dos puntos que saben a poco, casi a nada.
La sensación visitante es Rodri (tres goles), delantero que ha paseado su cartel de promesa incumplida por el Sevilla, el Barça B, el Sheffield Wednesdey y el Zaragoza antes de encontrar su lugar en el mundo en Almería. No es mal sitio... Soriano le respalda con sus virtudes perpetuas: llegada, fuerza e inteligencia. Si bastará ante este Atleti embalado, ya es otra historia. Unas rotaciones del Cholo no le habrían molestado...