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TENERIFE 2 - BARCELONA B 2

El Tenerife marca por partida doble pero no gana

Tarde de locura ante el filial del Barcelona B. El partido fue un temblor permanente. Cuatro goles, reparto de puntos y el sismógrafo a reventar.

Santa Cruz de TenerifeActualizado a
Beranger y Edu Oriol disputan un balón.
Beranger y Edu Oriol disputan un balón.MIGUEL BARRETO/ACANDIARIO AS

El partido fue un temblor permanente. Cuatro goles, reparto de puntos y el sismógrafo a reventar. Pudo pasar de todo pero al final empató el Tenerife –segunda igualada en casa- después de hacer lo más difícil (transformar su dominio en gol) durante una tarde de locura.

Club Deportivo Tenerife, SAD
Barcelona B

Se las prometían muy felices en el Heliodoro cuando después de 300 minutos, por fin, llegó la liberación. Quebraron los locales su sequía, sí, pero ni por esas salieron triunfantes. Lo impidió el Barça B, que aprovechó los minutos más blandos del equipo local para voltear el marcador y dejar ‘groggy’ a su oponente. No obstante, fue luego de mérito la recuperación del Tenerife, que cogió aire y empató otra vez. El envite deja conclusiones alentadoras pero otras preocupantes. Eso sí, cierra de momento el debate del gol.

La mala racha que ya parecía maleficio la había roto de cuajo Loro, futbolista superdotado en la faceta especialísima del balón parado. No se lo pensó dos veces cuando el partido le situó frente a la pelota en un libre indirecto que parecía pintado para él. Suso le cedió la bola y el madrileño hizo lo que mejor sabe. Parabólica, su rosca encontró la red igual que el tinerfeñismo halló la alegría. La espera fue larga, pero a la postre estéril. A la cuarta, tampoco sonó la flauta.

Hasta el tanto que pareció ponerle en la autopista de la primera victoria, jugó más y mejor el conjunto de Cervera. Pero el Tenerife obtiene más elogios que puntos. Parece aseada su apuesta (un montón de ocasiones en la primera mitad), pero falta veneno y da la impresión que también oficio. Fue el cuadro isleño el que opositó con mayor vigor a la victoria en litigio pero tras el intermedio se le bajaron las persianas. Dos golpes casi consecutivos del joven filial culé le dejaron al borde del KO, si bien la aparición de Aridane (primer gol en Segunda) permitió a los anfitriones sumar y evitar el desastre. Habría sido mucho castigo para un buen partido local, pero que esta historia se repita todas las semanas es un horror. Ahí está el problema.

El detalle. Luismi Loro cumplió su promesa y dedicó el gol al boxeo. Íntimamente ligado a este noble arte, el madrileño hizo como si fuera un púgil tras perforar la red de Masip en un espléndido libre directo. Habían transcurrido 37 minutos de la primera mitad.Fue el primer tanto del Tenerife en lo que va de temporada.