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SEVILLA 2 - MÁLAGA 2

El Málaga se deja dos puntos en el Ramón Sánchez Pizjuán

Del Cerro Grande anuló un gol legal al Sevilla con 2-2 en el marcador, aunque el empate nervionense en el primer tiempo debió ser anulado.

SevillaActualizado a
Instante del partido.
Instante del partido.EFE

Las revoluciones que han sufrido las plantillas de Sevilla y Málaga dejan dos lecturas muy claras cuando se han cumplido tres jornadas de Liga: la primera, que el conjunto blanquiazul ya es un equipo. Tiene las ideas muy claras y sabe a qué quiere jugar. Su falta de pegada (a la espera de que los últimos fichajes arriba se acoplen) es el único lunar para una plantilla que ha perdido gente muy importante. La segunda, por lado sevillista, es que Emery tiene un mundo de trabajo por delante. Su Sevilla no se sabe a qué juega, y encima, las decisiones desde el banquillo no están ayudando a que la tremenda calidad de algunos jugadores sea aprovechada.

Decisiones como jugar en ataque con dos puntas y dos interiores, más de velocidad y regate que de asociarse y dar el último pase. Entre los cuatro de arriba y el resto del equipo había un mundo. Y si encima la presión es estéril, se queda un equipo partido en dos y con espacios para que el rival juegue a sus anchas.

El Málaga vio la debilidad del Sevilla en la recuperación y en la ocupación de la zona ancha. Así que se hizo dueño del balón. Llegaba con demasiada facilidad a los dominios de Javi Varas y el gol tenía que llegar en cualquier momento. Avisó Pedro Morales en el inicio con un mano a mano que resolvió bien Javi Varas. Fabrice entraba como un puñal por el lado izquierdo ante el flan que es la defensa sevillista. Miedo y errores a partes iguales.

La segunda que tuvo Pedro Morales sí fue para dentro. En un claro ejemplo de lo penoso que repliega el Sevilla. El chileno condujo con tranquilidad hasta la portería para soltar un latigazo a la red. El Sevilla se lanzó al ataque en un intentó de igualar. Con más efectivos que ideas. Sólo un error del colegiado le dio vida al Sevilla antes del descanso. Gameiro cabeceó a la red un buen centro de M’bia, pero en claro fuera de juego.

Esta ayuda para el Sevilla se la cobró el colegiado cerca del final del partido. Iborra remató a la red un centro de Perotti. El árbitro, ayudado por su linier, señaló fuera de juego de Gameiro al estorbar a Willy Caballero en su visión. Eliseu rompí claramente el fuera de juego. Dos errores graves.

Antes del gol anulado a Iborra, la segunda parte tuvo una impresión similar a la primera. El Sevilla salió a proponer lo primero que le había salido horrible en el primero. Mientras que el Málaga, viendo Schuster que Emery no movía ninguna pieza de su once y dejaba despoblado el centro del campo, aprovechó para meter a Portillo y ganar último pase. El conjunto blanquizaul, que fue poco a poco a menos por culpa del físico, avisó en varias ocasiones de sus intenciones. El gol tenía que llegar y fue el ex bético Santa Cruz el que puso al Málaga por delante. La defensa del Sevilla volví a hacer aguas y el paraguayo batió por bajo a Javi Varas.

Nuevamente, el Sevilla tuvo la fortuna de igualar el partido a los pocos minutos de recibir el tanto visitante. Gameiro repitió con su segundo gol de la noche, y en la Liga española, en un jugada extraña con un doble remate en boca de gol. Muy bien el francés, que hace lo que todo nueve: meter goles. Intenta participar en el juego, pero sus desmarques cayeron en saco roto la mayoría de las veces. El Sevilla, con el sistema que colocó Emery y con la ausencia de Marko Marin, no tenía ningún jugador que fuese capaz de dar el último pase. Rakitic juega muy lejos del área y esto inutilizas a los delanteros, más si tienes a dos delanteros en la hierba.

Un punto para cada uno con sensaciones muy diferentes. El Málaga llega al parón con solo un punto, pero deja atrás el Tourmalet liguero (Valencia, Barcelona y Sevilla), y parece que Schuster ya tiene equipo. El que no lo tiene tan claro es el Sevilla. Es pronto y hay tiempo para enmendar errores. Jugadores hay de sobra para colocar al equipo nervionense arriba, aunque todo el tiempo que se invierta en convertir esta plantilla en un equipo es tiempo perdido. Y puntos. Un derbi que deja dos sabores muy distintos.