El derbi madrileño de la felicidad

Simeone y Paco, dos de los escasos entrenadores que prometen menos ante los micros de lo que ofrecen sobre el césped; dos hombres que han instalado la felicidad en unos clubes, Atleti y Rayo, que se dirigían directos al precipicio. Dos técnicos como la copa de un pino, resumiendo. Y tras cerrar el curso pasado con fiesta, la música no cesa. Ambos abrieron la Liga con triunfos autoritarios y el Atleti dio una gran imagen con poco premio en la Supercopa. El Calderón estará a la altura: rozará el lleno.

Y eso que el Cholo, proclive a llevar cortas las riendas del purasangre, aguó algo el vino dejando fuera de la convocatoria a Óliver, notable en Sevilla e impreciso ante el Barça. Como Manquillo tampoco entró en la lista, el único de la santísima trinidad de la cantera atlética que pisará el césped será Saúl... en el Rayo. Como recuerda a diario Diego Costa, no es mal lugar el Rayo para foguearse.

Otro exrojiblanco, Perea, también será titular. Extremo de regate tan imprevisible como su cabeza, marcó un golazo ante el Elche y suple al lesionado José Carlos. Con Trashorras, Lass y el bigoleador Bueno, al Rayo no le faltará creación. La definición es lo que está bajo sospecha. Por ahora, Larrivey ha exhibido más actitud que aptitud.

Cambios. El Atleti variará el once de los dos primeros partidos con la entrada de Raúl García y Tiago por Koke y Mario. Diego Costa, tocado, parece que será titular, aunque Leo Baptistao podría adelantar el reencuentro con su Rayo si el Cholo decide reservar al torbellino brasileño. Pero las miradas recaerán sobre Villa, cuyo golazo en la Supercopa ha de ser el inicio de una hermosa amistad con el Manzanares, que no se cansa de ver nueves enormes.