El Córdoba sorprende al Depor con una jugada de pizarra

El Córdoba, que suma su segundo triunfo consecutivo en Liga, hizo historia en Riazor al conseguir la primera victoria de su historia en el estadio coruñés. El triunfo andaluz puso sobre la mesa las graves carencias que tiene un Deportivo al que le quedan ocho días para fichar y equilibrar una plantilla que está todavía en plena construcción.

Las carencias son tales que la definitiva, e incomprensible sanción a Culio, bastó para desarbolar el once de Vázquez. Sin el mediapunta argentino, Juan Domínguez adelantó su posición y el doble pivote fue para Wilk y Álex Bergantiños, dos mediocentros cuya virtud es destruir y que se parecen tanto que hasta los dos son rubios. Sólo con eso, el fútbol del Depor se desvaneció.

La vida fue tan fácil para el Córdoba en la primera parte que los de Villa dominaron el partido y pudieron adelantarse en el minuto 4 con un remate a placer errado por Xisco. Fue la única jugada de verdadero peligro visitante, claro que el Deportivo sólo consiguió rematar una vez entre los tres palos, y eso no sucedió hasta el minuto 53 de partido. Triste bagaje.

El partido, condenado al empate, se decidió en un error infantil en el saque de una falta en la frontal. López Silva amaga, se desmarca y Abel en lugar de disparar le da un pase que lo deja solo ante Lux para marcar a placer. Fue un regalo de esos que no se perdonan en Primera, en Segunda, en juveniles, ni siquiera en el patio del colegio.

Con el gol el Córdoba dio un paso atrás y el Depor, más equilibrado tras la entrada de Bicho, fue a por el empate. Juan Carlos lo intentó con dos centros con olor a gol, pero nadie llegó al remate para, al menos, inquietar a Saizar.