Pontevedra
Los héroes del 'hai que roelo' reviven con Relaño su gesta
Ceresuela, autor del tanto que significó la entrada en la élite del Pontevedra, el 14 de abril de 1963, frente al Celta, rememoró el denominado 'gol del ajo'.
Con motivo de la presencia del director de AS, Alfredo Relaño, en Pontevedra, donde el miércoles se celebró un Encuentro con los Ases con Samuel Sánchez, Scarponi y Arroyo previo a la Vuelta, el club quiso agradecer la cobertura de nuestro periódico por el 50 aniversario de su primer ascenso a Primera. La directiva obsequió a Relaño con una camiseta con su apellido y el 10 a la espalda, y le convirtió en accionista mediante seis títulos de la última ampliación de capital.
El presidente de la institución gallega, José Manuel Fernández, le mostró las instalaciones del nuevo Pasarón, inaugurado en 2010 y construido sobre el mismo terreno donde se ubicó el antiguo campo.
Les acompañaron cinco futbolistas del equipo que jugó en Primera durante seis temporadas: Rafa Ceresuela, Cholo, José Jorge, José Ramón Fuertes y Calleja, integrantes del 'hai que roelo', un once identificado como un hueso duro de roer. Tanto caló el nombre, que sus aficionados acudían con huesos al estadio.
Ceresuela, autor del tanto que significó la entrada en la élite del Pontevedra, el 14 de abril de 1963, frente al Celta, rememoró el denominado 'gol del ajo': "Le llamaron así porque salí a atarme la bota a falta de siete minutos y me senté en una cabeza de ajo. Fue en el fondo norte. Luego, Recalde sacó un córner, despejó Cantero, el balón llegó a Ferreiro, que me lo cedió en la frontal. A bote pronto, le pegué con toda el alma y la colé por la escuadra izquierda... Lo recuerdo mejor que algunas cosas de ahora. Los sentimientos tan profundos no se olvidan".
Después de ver una imagen de la señora Lola en el museo, Relaño recordó otra anécdota. En una visita de finales de los 60, el Real Madrid olvidó una cesta de ropa en Pasarón. La señora Lola lavó, planchó y entregó las prendas. Y el Madrid envió un cheque para el departamento de limpieza del Pontevedra por valor de 5.000 pesetas. La mujer cobraba 3.000 al mes. Fútbol de otra época, que en la localidad gallega desean volver a vivir.