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El Arabi afrontó con entereza la reciente muerte de su hermana

El delantero marroquí, serio y profesional, sale adelante y supera humanamente su desgraciada pérdida. No quiere hablar abiertamente pero cuenta con el cariño de todos.

El Arabi sale adelante.
Mikel Saiz

Youssef El-Arabi realizó un partido soberbio anteayer en Pamplona a pesar de que continúa muy tocado por el fallecimiento de su querida hermana ocurrido hace poco más de una semana. El delantero marroquí, serio y profesional, sale adelante y supera humanamente su desgraciada pérdida. No quiere hablar abiertamente. Asimila el duro golpe recibido, pero cuenta con el cariño de todos sus compañeros, cuerpo técnico y afición del Granada.

Granada Club de Fútbol

El Arabi es el fichaje más importante realizado por el club de Los Cármenes a lo largo de su historia. El equipo presidido por Enrique Pina pagó al Al-Hilal de Arabia Saudita 4,5 millones de euros anticipándose de esta manera al interés manifestado por Fiorentina y Sevilla. "Es un lujo" dijo Pina. Y esta visión, lejos de retroceder, se ha fortalecido.

En la pasada temporada anotó ocho goles. Le costó adaptarse y se le negaba la portería rival. Pero no se desanimó. Su entrenador, Lucas Alcaraz, estuvo muy encima de él. Al final de la pasada temporada su garra y goles decisivos fueron determinantes para que el equipo se salvase del descenso, incluso de manera desahogada.

En las últimas horas le ha llegado al Granada el interés de un importante equipo francés, el Saint Etienne, para hacerse con sus servicios. La cosa está ahí. Pero el Granada no desea desprenderse de un futbolista por quien ha apostado fuerte y del cual espera en el presente ejercicio lo mejor.

En El Sadar contra Osasuna realizó un partido muy completo. Fue una pesadilla en ataque para los navarros. Lucas Alcaraz, su entrenador, habló con mucho afecto sobre él: "El gol le va a venir muy bien tras la muerte de su hermana". Ahora, El Arabi mira la vida con dolor por el ser querido que se ha marchado para siempre, pero con esperanza porque la vida continúa y camina firmemente.