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Barcelona

Rosell declaró a Messi prescindible en el 2003

Una de las primeras medidas de ahorro de la nueva junta liderada en el aspecto deportivo por Sandro Rosell fue la de considerar prescindible a Leo Messi.

Leo Messi junto a su padre.
FERNANDO ZUERASDIARIO AS

El año 2003 la historia del Barcelona estuvo a punto de cambiar. Gaspart convocó elecciones tras dos años desastrosos económica y deportivamente y accedió a la presidencia del club Joan Laporta como presidente junto a Sandro Rosell como vicepresidente deportivo. Se encontraron un club en bancarrota y tuvieron que recortar gastos de todas partes para tratar de edificar un nuevo proyecto.

Fútbol Club Barcelona

La cantera culé fue una de las áreas que más sufrió el recorte presupuestario. Prueba de ello es que aquel verano, dos chavales llamados Francesc Fàbregas y Gerard Piqué se fueron a Inglaterra porque no veían nada claro que el club asumiera su mejora de contrato. A Leo Messi estuvo a punto de pasarle algo parecido.

Una de las primeras medidas de ahorro  de la nueva junta liderada en el aspecto deportivo por Sandro Rosell fue la de considerar prescindible a Leo Messi. El argentino vivía por aquel entonces en Barcelona con su padre, que mantenía el permiso de residencia gracias a una beca del club que le fue retirada ese año. Ante esa situación, Jorge Messi le planteó al club que no le quedaba otra opción que regresar a Argentina con su mujer y llevarse con él a su hijo.

Aparece la solución. La noticia no trascendió a los medios de comunicación, pero supuso un terremoto en el fútbol base culé. Guillermo Hoyos, entrenador por aquel entonces del Juvenil B del club consideraba que esa decisión era un error monumental y así se lo hizo saber a Pep Colomer, responsable por aquel entonces del fútbol base del Barça, que tampoco quería perder a Leo. Rosell, con las manos atadas, lo entendía, pero no tenía dinero para ligar a Messi al Barça.

La solución llegó de parte de Antoni Vilalta, empresario amigo de Hoyos que contrató a Jorge Messi para su empresa (contrato adjunto) a cambio de un porcentaje si el jugador llegaba al primer equipo. Leo no se fue, triunfó, pero el contrato jamás se pagó. Ahora está en los tribunales.