LAS PALMAS 0 - ATLÉTICO DE MADRID 2
Villa debuta en el Atleti con un golazo desde fuera del área
El asturiano, en su debut, marcó el 0-1 al borde del descanso del amistoso ante Las Palmas. Valerón se retiró tocado en el 21'. Cebolla sentenció en el 89'.
A una semana del comienzo del campeonato el Atlético es un calco del equipo que tanto resultado le dio al Cholo la temporada pasada. Un bloque que se mueve al unísono y que parece tener controlado el partido en su mayor parte. Pero este año hay una novedad. Está Villa. Ayer en su primer partido el Guaje estaba revolucionado. No paraba. Las ganas le desbordaban al asturiano. Así, bajaba a recibir, peleaba todo balón que se asomaba por su zona, protestaba insistentemente al árbitro a pesar de que en juego sólo había un amistoso de verano y se trataba de asociar con su nueva pareja de baile en el ataque Diego Costa. Pero además disparaba. En el minuto 20 ya dio un aviso. “Aquí estoy”, le decía a Barbosa con un tiro seco desde fuera del área con la zurda. La reedición del disparo sería en el 41, esta vez con la derecha y directo a la escuadra. Así se presentaba Villa en su primer partido con la rojiblanca. Estreno y golazo. Su ansía de balón hizo que desplumase a Nauzet en el borde del área. Sin darse cuenta el Guaje le había birlado el cuero y antes de que el jugador amarillo volviera a parpadear el balón ya estaba en la escuadra. El estadio le reconoció su partido con una gran ovación cuando se marchó sustituido.
Las Palmas salió con un planteamiento alegre, pero se quedó en planteamiento. Lobera salió con un rombo en el medio (con Valerón en el vértice), dos hombres muy abiertos en las bandas (Momo y Nauzet) y dos puntas (Tato y Máyor). Sin embargo el Atlético, calculador, mantuvo a raya a su rival. Valerón se retiró cojeando en el minuto 21 tras una patada de Mario. El de Arguineguín no pudo seguir y fue su sustituto el que puso algo de mordiente al equipo amarillo. Delev enganchó dos disparos lejanos, uno que se marchó fuera y otro que atrapó Courtois.
Por lo demás el Atlético sigue igual. Un muro atrás y eléctrico arriba. Da la sensación de tener una gran madurez que le hace manejar los partidos. En el minuto 59 salió Óliver que también jugaba su primer encuentro en la pretemporada colchonera. El chico es una lagartija. No para. Se ofrece constantemente, no huye nunca del balón y dejó detalles de su clase. Si el Profe y el Cholo le ponen en la forma física que logró al final de la campaña pasada ira cada vez tomando más responsabilidad en el equipo ya que es diferente. Cuando todo parecía acabado, el Cebolla liquidó el partido el 0-2 tras un disparo cruzado.