BARCELONA | LA INTRAHISTORIA
El misterio que gira en torno a Fàbregas se revelará en Oriente
Tras jugar el Gamper el viernes, Gerardo Martino dejó muy clara la postura del club y del cuerpo técnico y dejó la pelota botando en el tejado del futbolista.
El Barcelona tiene un problema con Fàbregas. O mejor dicho, con el silencio del jugador catalán, que se está haciendo demasiado incómodo para el conjunto barcelonista. La situación es la siguiente: el Manchester United lleva tres semanas realizando ofertas formales, a cada cual más cuantiosa por el jugador que el Barcelona rechaza sistemáticamente. Incluso por escrito. Pero algo chirría en la sucesión de acontecimientos. La actitud del jugador, que con su silencio al respecto no hace otra cosa que aumentar la intranquilidad de los aficionados, que ya tienen claro que lo del United con el centrocampista es algo más que un rumor.
Tras jugar el Gamper el viernes, Gerardo Martino dejó muy clara la postura del club y del cuerpo técnico y dejó la pelota botando en el tejado del futbolista. "Yo cuento con él, no quiero ni creo que se vaya, pero la decisión es suya únicamente", afirmó el Tata pidiendo un pronunciamiento público de su pupilo.
Ayer, en el avión que trasladaba a la expedición barcelonista a Israel y Palestina, Javier Faus, vicepresidente económico del club reconocía que "tenemos constancia de las ofertas que han llegado por él, pero no tenemos nada que decir y tampoco hemos hablado con el jugador".
El futbolista, por su parte, sigue en su silencio. Ante la petición de miembros del departamento de comunicación del club para que comparezca en rueda de prensa y zanje el tema de una vez, la respuesta de Fàbregas ha sido que "no tengo que salir a desmentir falsedades" y que ya hablará cuando le toque por turno, cosa que no será, como pronto, hasta que el Barça llegue a Bangkok el próximo lunes.
La intranquilidad en el entorno del club procede del hecho de que parece muy extraño que el Manchester United siga insistiendo en sus ofertas por el jugador si antes no tienen la conformidad del mismo. La última oferta que el United le hizo llegar al Barcelona ascendía a 35 millones de libras (más de 40 millones de euros) al tiempo que mejoraba considerablemente la ficha que percibe el catalán en el Camp Nou.
Mientras el United insiste, el Barça sigue convencido de que Cesc no se moverá, pero su silencio hace que cada vez se exprese con más reservas.