Debut gris de Braian y Dídac en un Betis que ganó a los Wolves

Un partido entretenido para el espectador por las alternativas en el marcador y la cantidad de ocasiones, pero del que seguro Mel habrá sacado pocas conclusiones positivas más allá de la constatación de que Cedrick, extremo congoleño que llegó del Numancia este verano, aportará muchas cosas a su equipo. Sin orden ni autoridad, el Betis equilibró el resultado gracias a la velocidad de congoleño (que hizo un gol y dio otro) y a la calidad de Salva Sevilla, un virtuoso capaz de dominar los espacios que concede un Segunda B como el Wolverhampton. Aunque para espacios los que concedió la ventaja y el centro del campo del Betis, incapaz de contener los contínuos contragolpes locales o de imponerse en los rechaces.

El choque tenía como gran atractivo el debut de Braian Rodríguez, delantero uruguayo que jugó en Wolverhampton apenas 15 horas después de haberse incorporado a la concentración inglesa del Betis. Poco se puede contar sobre el ariete, al que le pesó demasiado la condición física, pues lleva varias semanas sin entrenarse en condiciones y se le vio pesado, sin reprís, falto de aire. Al menos, se nota que sabe usar su corpulencia (1,90) para bajarla pelota y abrir paso entre los centrales rivales, aunque los de ayer, de Segunda B, no fueran ningún dechado de virtudes. Duró 45 minutos y para juzgarle habrá que verle mucho más.

El Betis pagó la inclusión en el once de varios futbolistas que no tienen la vitola de titulares y de alguno, como Álex Martínez, cuya cesión parece inminente después del fichaje del otro futbolista que en Molineux jugó sus primeros minutos de verdiblanco, Dídac Vilá.

Con todo, Álex fue de los más destacados durante una primera parte a la que el equipo verdiblanco salió dormido o asustado, presa de la velocidad y el brío de un Wolverhampton que le creó tres ocasiones claras en los primeros cinco minutos y que luego se dedicó a contragolpear. Tras la indecisión de Sara en un córner, Stearman inauguró el marcador (1-0, 4') y Sigurdason aprovechó dos indecisiones para poner a prueba al meta argentino, que se resarció con dos manos a mano.

El contragolpe anaranjado de los Wolves pesaba sobre la falta de orden bética, y lo seguiría haciendo durante el resto del partido. Pero la mayor calidad de los de Mel sirvió para igualar y casi voltear el marcador. Cedrick y Salva fabricaron el empate en una de las numerosas incursiones del congoleño, cuyo pase atrás sirvió al almeriense para fusilar el 1-1 (16').

Los papeles no cambiaron, con el Betis tratando de tener la pelota sin continuidad y los wolves percutiendo con peligro. Salva pudo darle la vuelta al marcador poco antes del descanso pero su disparo se estrelló en el palo y a poco de volver del vestuario, Griffiths aprovechó el enésimo balón a la espalda de Steinhöfer, Caro y Jordi para volver a dar ventaja al equipo local (2-1, 50'). Tardó poco Cedrick, por un depiste local, en volver a empatar (2-2, 56'), jugada parecida a la que permitió a Matilla hacer el gol de la victoria verdiblanca (71', 2-3).

Sin fuelle y algo aturdido por el carrusel de cambios en uno y otro equipo, los Wolves bajaron el pistón pero Cassidy pudo (y tal vez mereció) empatar en el último miuto, pero un paradón de Sara lo evitó. La diferencia entre un equipo de Europa League y un grupo animoso que, aunque profesional (así ocurre la Football One en Inglaterra) milita dos categorías más abajo.

Pepe Mel alineó de salida a Guillermo Sara; Steinhöfer, Caro, Jordi, Álex Martínez; Chuli, Matilla, Nono, Cedrick; Salva Sevilla; y Braian Rodríguez. También jugaron Dídac, Verdú, Sergio Rodríguez, Nosa, Jorge Molina, Juanfran y Carlos García.