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CAFE, COPA Y FÚTBOL | Willy Montesinos

"Zidane es fundamental. Su sitio está junto a los jugadores"

'Willy' Montesinos (Castellón de la Plana, 1948) es un actor excepcional, es todo un teórico del fútbol. Madridista de cuna, siendo un niño ya se atrevía a asesorar a Bernabéu.

Actualizado a
Guillermo Montesinos
RAFA APARICIODiario AS

(Willy acude a la cita con el gorro militar que lució en la inolvidable película 'La vaquilla' bien calado. Alguien le centra un balón y lo toca con finura).

Tiene usted buen toque.

No se me da mal, siempre fui un interior estilista con cierto pellizco. En aquellos años me gustaba mucho Omar Sívori, un argentino genial de la época de Di Stéfano que acabó jugando en la Juventus. Nos parecíamos mucho. Yo donde ponía el ojo ponía el balón, tenía un juego en largo espectacular, y luego, además, marcaba muchos goles porque era muy oportunista.

Pudo haber llegado lejos en el fútbol pero ganó el teatro.

Pues sí, es posible, yo empecé jugando en un equipo de mi ciudad (Castellón de la Plana) que se llamaba San Fernando, y luego tuve la suerte de que me fichara el equipo juvenil del Castellón. Estuve jugando después en categoría regional y poco más porque por aquella época ya tenía trabajo en el teatro y era muy difícil compaginar las dos cosas.

Pero antes, siendo un crío, su gran olfato para el fútbol le permitió tener línea directa con don Santiago Bernabéu.

Cuando tenía ocho o nueve años era muy aficionado a leer historias de deportes, sobre todo de fútbol. En la biblioteca de mi barrio me quedaba absorto con un semanario de deportes de la época que tenía fotos de huecograbado. El Real Madrid acababa de ganar su primera copa de Europa y se me ocurrió escribir a don Santiago para que me enviara una foto del equipo. Y a los pocos días me la enviaron. Así lo hice todos los años. Los dos primeros, las fotos eran en blanco y negro, el tercero ya era a todo color y causó mucho impacto en Castellón.

Pero usted dio un paso más y se convirtió en asesor del presidente.

Sí (poniéndose interesante), dada mi cercanía a don Santiago me permití la confianza de convertirme en ojeador, en una especie de asesor para recomendar jugadores que podían fichar por el Madrid. Y yo escribía a Bernabéu proponiéndole nombres de chavales que destacaban en la cantera del Castellón. Le hablaba de Juanito Planelles, un delantero de estos falsos que llaman ahora, Causanilles y también de un primo mío que se llamaba Pacalo Babiloni, un genial lateral derecho. Y mira por donde, los tres llegaron al Real Madrid y tuvieron mayor o menor fortuna.

Estaba usted inventando el oficio de agente sin saberlo.

Y sobre todo, sin cobrar. Hombre, Babiloni, mi primo, tenía muchas cualidades aunque era un defensa muy duro. En un entrenamiento le hizo una entrada tan aparatosa a Gento que le lanzó a la grada. Sólo duró un año en el Madrid.

Usted que es un buen aficionado madridista, ¿está ilusionado con la nueva etapa que encara su equipo con Ancelotti al frente?

Estoy muy ilusionado, y no porque se haya ido Mourinho, con el que estaba de acuerdo en muchas cosas, pero bueno, ahora con Ancelotti y Zidane juntos esto pinta muy bien. Creo que el papel de Zizou va a ser fundamental, al lado de los jugadores, haciendo rondos con ellos y orientándoles. Además, los fichajes hasta ahora están muy bien. De Illarramendi ya hablé yo a mitad de temporada, es tan bueno como Alonso pero, además, cubre más espacio. Isco y Carvajal, fenómenos. Yo creo también que los de la cantera tienen que tener este año más protagonismo, Derik, Jesé, Morata y Cheryshev son una joya.

¿Y a quien les daría salida?

Hay que vender a Pepe, Coentrao, Kaká y Di María y si se puede sacar mucho de Higuaín, también.

Háblenos de la polémica del carril del 8.

Ahora no, después.

Usted prometió acudir a esta entrevista vestido con una falda galesa en honor a Gareth­ Bale, a quien tanto adora. Pero la falda no la vemos por ninguna parte.

Es que era muy corta y no me veía, pero bueno, Gareth Bale es uno de los mejores jugadores del mundo y creo que hay que ficharlo, cueste lo que cueste. No hay que hablar de dinero, de dinero que hablen los chorizos y los grandes empresarios. Se compra y ya está, el socio eso no lo paga y, sin embargo, tiene derecho a disfrutarlo. Hay que traerlo y me da igual lo que cueste. Ya está amortizado.

Por lo que no se ha pronunciado ha sido acerca del peliagudo asunto de la portería: Casillas o Diego López.

Los dos son muy buenos. Lo que pasa es que cuando estaban en la cantera del Madrid, Iker tenía la ventaja de que era de aquí y Diego era gallego, y no sé si por eso el preferido fue Casillas. Diego se dio cuenta y tuvo que emigrar, y fichó por el Villarreal, equipo de mi tierra, donde triunfó durante bastantes años. Bueno, pues ahora hay que tener a los dos y que juegue el que mejor esté.

Pero usted, si fuera Willy Ancelotti, ¿a quién pondría?

Lo vería en los entrenamientos, y la seguridad que me diera cada uno sería la clave. Lo del portero es una cuestión muy técnica, es muy importante. Hay que ver cómo está cada uno en las salidas, cómo se cubre el espacio de la puerta, el uno contra uno. Tiene que jugar el que mejor esté, y nada más. Ahora seguramente pondría a Casillas.

¿Cree que la huella de Mourinho se va a sentir durante mucho tiempo en el Bernabéu?

No tiene que ocurrir eso, ni echarle de menos, aunque yo era partidario suyo. Lo que si creo que debe conservar el Madrid es el espíritu de lucha que les impregnó el portugués. De ese instinto ganador. Lo que ocurrió con Mou es que desde que entró en el Madrid comenzó una campaña feroz de periodistas que son del Barça, y otros que son del Atleti contra el Madrid. Los del Barça, sobre todo, veían a Mourinho como un gran enemigo porque el Madrid con él le tomó la medida a los culés y los pasó por encima cuando parecía que el Barcelona era invencible. Esa forma de luchar se debe conservar, y también ese concepto de que nadie es más titular que nadie por mucho nombre que tenga, que nadie se sienta una vaca sagrada, un Capitán Trueno, no.

¿Y de lo del carril del 8, qué?

Luego, luego.

Hablemos del Barça. ¿Qué le ha parecido la última rajada de Guardiola contra Rosell y compañía? ¿Se han caído definitivamente las caretas?

Me ha parecido todo feísimo. Estaba claro que había un resquemor latente. Y creo que la actual directiva del Barça al menos debería respetar al tipo que ha ganado tantos títulos. Esto demuestra que no todo el mundo tiene una calidad personal como para ejercer de presidente. Florentino Pérez es un señor y hay otros que están en directivas que no son señores. Son unos chiquilicuatres oportunistas.

Oiga y ¿entre los nuevos valores del fútbol español,  con quien se queda?

Hay un futbolista que sigo con especial atención desde hace tiempo y es este chico del Atleti, Óliver. Tiene un talento descomunal. Este va a ser mejor futbolista que Iniesta.

¿Abordamos ya el espinoso asunto del carril del ocho?

No, todavía no.

Hablemos de su trayectoria profesional. ¿En qué momento de su carrera se dio cuenta de que era un actor con poderío?

La película que cambió mi vida fue 'El crimen de Cuenca'. Yo entonces hacía teatro en Madrid y un día vino a verme Pilar Miró, una mujer sabia y culta, y me contrató. La película tuvo un éxito tremendo. Nos premiaron en Berlín, mientras en Madrid la secuestraban. Aquello le dio una resonancia internacional enorme.

Usted que ha tenido el privilegio de trabajar a las órdenes de los mejores directores de este país, ¿a quién destacaría entre todos?

Hombre, Luis Berlanga por encima de todo. Porque además de su talento y su imaginación era un director que lo tenía siempre perfectamente planificado. Podría verse desmadre en la película, pero Luis lo había preparado todo al milímetro. Por eso era tan creíble. Y ahora que está el Tour, Berlanga no perdonaba los finales de etapa. Era capaz de parar el rodaje para ponerse delante de la tele.

También tuvo usted un papel memorable con Almodóvar.

Sí, el famoso taxista de 'Mujeres al borde de un ataque de nervios'. Pedro es un director muy imaginativo con mucho talento y una auténtica metralleta. Tiene mucho nivel. Nos conocíamos bien de la época de "la movida" y la película tuvo un éxito enorme a nivel mundial. Para mí fue muy importante.

¿Y qué hubo entre usted y Sharon Stone durante el rodaje de 'Sangre y arena'?

Eso lo sabe usted porque se lo conté yo. Digamos que fue una noche inolvidable entre las paredes de terciopelo rojo de su caravana. Ella y yo solos, brindando a la luna con vino fino. Y pasó lo que pasó.

Oiga, ¿nos va a explicar, por fin, su controversia con el carril del ocho?

Pues sí, porque estoy harto de tanta incompetencia. Eso viene de la época de Míchel, que tenía el 8 a la espalda, era interior, pero como subía por la banda como un extremo los periodistas decidieron denominar su zona de influencia como carril del ocho. ¡Falso!, porque eso era, siempre, ¡el carril del siete! Es posible que a muchos periodistas les gustara Míchel, lo puedo entender, pero el carril por el que él subía era el del siete.

¿Y de verdad que con Sharon Stone, pasó lo que pasó en aquel rodaje?

Ya le digo.