Girona
El trotamundos Chando y David Timor refuerzan al Girona
Mientras el presidente, Joaquim Boadas, anunciaba que el club podría volver a acogerse al Concurso de Acreedores, el Girona anunció ayer la contratación de dos futbolistas.
De una tacada, y mientras el presidente, Joaquim Boadas, anunciaba que el club podría volver a acogerse al Concurso de Acreedores, el Girona anunció ayer la contratación de dos futbolistas. Se trata del mediocentro David Timor, de 23 años, y del delantero Alejandro Torres, Chando, de 31. Ambos llegan para ser parte principal del nuevo proyecto gerundense, que se renueva año a año por las bajas.
Al club aterrizan dos jugadores con perfiles contrariados. Timor tiene 23 años y se crió en el Valencia. Las dos últimas campañas ha jugado en Osasuna, en Primera, y llega cedido para tener más minutos en la entidad rojiblanca. El jugador llegó a debutar y jugar en la máxima categoría, y curiosamente su primer encuentro fue en el Camp Nou.
Chando es un trotamundos, que a sus 31 años ya ha pasado por nueve equipos, la mayoría de ellos de Segunda B. Su última experiencia la vivió recientemente en Chipre. El delantero llegó a marcar 14 goles cuando militó en el Murcia, en Segunda B.
Ambos serán presentados hoy a las 12:30 en Montilivi, juntamente también con las camisetas de la próxima campaña, que estarán patrocinadas por Tarnesol.
Boadas no descarta acogerse al Concurso
El Girona podría volver a solicitar el Concurso de Acreedores para rebajar la deuda de la entidad, que ahora asciende a 2,3 millones de euros. Así se pronunció el presidente, Joaquim Boadas, esta semana, debido al crecimiento de los intereses que hay que pagar a la Agencia Tributaria, próximos a los dos millones tras haber saldado ya uno. Hace un año y medio que la entidad ya solicitó el Concurso, logró rebajar ostensiblemente su deuda y deportivamente apenas tuvo inconvenientes para configurar una plantilla de garantías. Esos son los argumentos que ahora expone el presidente para, nuevamente, tomar una decisión que provocaría la entrada de un administrador en el club, que supervisaría todas las decisiones que tome el club y aseguraría los cobros de jugadores y empleados. Con este empujón, la entidad persigue que desaparezca la deuda y estar tranquilos.