ATLÉTICO DE MADRID
Villa llegó a la concentración junto a Godín y los Sub-20
El asturiano se entrenará por primera vez a la órdenes de Simeone. Godín, Óliver, Saúl y Manquillo se reincorporan tras las vacaciones. Cebolla no llegó. Lo hará mañana.
Si hay algo que Villa tiene claro en sus primeras horas de rojiblanco es que cariño no le va a faltar. Hasta 300 aficionados se desplazaron a la sesión vespertina de Los Ángeles de San Rafael para animarle y corearle en su primer día de trabajo como atlético. Entre ellos destacaban unos ilusionados niños que se acercaron a él para pedirle un autógrafo o una foto en las inmediaciones del campo de entrenamiento o en el hotel de concentración durante toda su primera tarde allí.
El punta llegó a las 17:10 acompañado de Godín, que al estar con Uruguay en la Confederaciones se incorporaba más tarde. Por el mismo motivo debería haber vuelto Cebolla, pero por problemas con sus vuelos regresará, con retraso, hoy por la mañana. También volvieron Manquillo, Saúl y Óliver, tras haber participado en el Mundial Sub-20. De esa terna el único que tiene un puesto fijo en la plantilla es Óliver, mientras que el futuro de Manquillo y Saúl está en el aire. Precisamente será con Óliver con quien Villa comparta habitación en su primera concentración rojiblanca. La conexión entre el asturiano y el canterano puede dar muchas alegrías al Calderón.
La primera tarde atlética de Villa empezó cuando al llegar saludó a Cerezo, que estuvo ayer en el stage segoviano. Ya en el campo de entrenamiento, el Guaje soportó el típico pasillo que sus compañeros siempre hacen a los recién llegados y, tras los saludos al cuerpo técnico, llegó el trabajo. El asturiano (que como nota curiosa se entrenó con unas medias que estiró hasta las rodillas y no con los habituales calcetines) realizó en grupo la parte física de la sesión y después (en la parte táctica) hizo carrera con los recién incorporados. El punta tiene una semana menos de preparación que los rojiblancos, aún no se había entrenado esta pretemporada y tendrá que irse incorporando poco a poco al trabajo normal del grupo.
Tras la sesión, y cuando los jugadores se iban a cenar, los rojiblancos se volvieron a dar otro baño de multitudes. Muchos de los aficionados que estuvieron viendo el entrenamiento bajaron al hotel para ver de cerca a sus ídolos formando un tapón humano que llegaba a cortar las vías de acceso al mismo. Los seguidores aprovechaban cualquier resquicio para tener una firma o una foto. La atleticomanía no cesa y persigue a los rojiblancos allá donde van...