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Café, copa y fútbol | Enrique Ponce

"El Bernabéu presiona y exige mucho, tanto como Las Ventas"

Ponce cambió el balón de fútbol por la muleta. Torero para la historia, valencianista y también del Madrid, desea que la época de la Selección pase, como él torea, "despacito".

Enrique Ponce.
Jesús Aguilera

Antes de hablar de la Selección y del Real Madrid, que sabemos que es su equipo.

(Interrumpe). Disculpa, yo soy del Valencia, ¿eh? (ríe), y luego del Madrid, pero mi primer equipo es el Valencia, que quede claro.

O sea, que en un Valencia-Real Madrid

Yo voy con el Valencia.

Equipos aparte, el fútbol le ha tirado desde siempre.

Yo he jugado al fútbol desde niño y he llegado a jugar federado, en Primera Preferente, en el equipo del Navas de San Juan, siendo ya matador de toros, con 22 años y toreando cien corridas.

¿Y en casa qué preferían, que fuera futbolista o torero?

Cuando tenía nueve años, en vísperas de una becerrada que tenía que lidiar en Valencia, llegué a casa con puntos por una patada que me habían dado jugando un partido y mi abuelo Leandro me dijo: "¡Te tengo dicho que no juegues al fútbol, que es muy peligroso!"

¿En qué se parece un futbolista a un torero?

Hay dos cosas que les unen, una vocación enorme y espíritu ganador. La necesidad de demostrar que eres el mejor, que eres el número uno, es lo que hace grande a un torero y a un futbolista.

¿Cuál ha sido para usted el futbolista más torero?

Para mí, Raúl. Lo tiene todo. Luego hay algunos superclase, como Zidane; futbolistas con garra, como Mijatovic, y otros con la magia de Guti. Pero Raúl ha sido el jugador más completo que he conocido. El más torero. Incluso con el capote, que ya sabemos lo bien que se le da.

¿Y del Madrid actual?

Tengo debilidad por Sergio Ramos, como central es el mejor en su puesto. Y, desde luego, Cristiano Ronaldo, que es el que marca la diferencia.

¿En qué se parece el Bernabéu a Las Ventas?

Yo creo que a la afición madridista le gusta más el jugador que se deja la piel que el de las pinceladitas, salvo algunas excepciones, como Zidane. Por eso el Bernabéu se parece un poco a Las Ventas, porque son lugares en los que la afición presiona y exige mucho. Quiere arte, pero también entrega. En el debut te reciben con cariño y respeto, pero luego te los tienes que ganar, no se rinden fácilmente. Por eso son Las Ventas y el Bernabéu.

¿A veces el Bernabéu es demasiado duro con el Real Madrid?

Los aficionados tienen que estar siempre con su equipo. Creo que no beneficia nada a los futbolistas meterles esa presión tan grande. Es bueno exigir, pero cuando un futbolista juega en casa se tiene que sentir querido. A veces ocurre que hay jugadores que huyen del balón porque están aterrados.

Tampoco es lo mismo saltar al ruedo que al césped. Hay bastante diferencia entre un túnel de vestuarios y un patio de cuadrillas.

No hay nada comparable a un patio de caballos momentos antes del paseíllo, sea de la plaza que sea. Con todo el respeto a todas las profesiones, lo que se siente ahí, antes de sonar los clarines, no tiene nada que ver con nada. Los toros es el oficio más duro que existe.

¿Cómo se domina el miedo?

Primero tienes que estar convencido de que te encuentras bien. El miedo tienes que vencerlo y se da por hecho que si te vistes de luces algo de valor corre por tus venas. Pero el miedo peor es el que no te salgan bien las cosas, el miedo al fracaso.

¿Más miedo al fracaso que a una cornada?

La cornada yo sé que está ahí, y puede pasar algo más que una cornada, algo más terrible, pero eso lo tenemos que asumir. Es como una puerta a la que te asomas un poquito, ves lo que hay y dejas de mirar. Sabes lo que hay y vive contigo. Pero ese miedo a fracasar, a decepcionar, incluso a sentirte incomprendido es un miedo superior.

¿Y en la vida normal puede ser miedoso un torero?

Los toreros, entre nosotros, cuando hablamos, reconocemos que somos muy miedosos. Yo creo que como somos valientes para una cosa tenemos que tener miedo a otras. Por ejemplo, yo lo paso fatal viendo películas de fenómenos raros, como Poltergeist, o el programa ese Cuarto milenio. No me da miedo que me atraquen, lo que me da miedo es ese tipo de cosas que no puedes controlar.

En el fútbol se puso de moda la figura del psicólogo, ¿eso ha llegado al mundo del toro?

Los toreros no tenemos psicólogos. Cuando uno no se ve con fuerzas, lo deja, como le ocurrió a Morante de La Puebla, que siendo un gran torero pasó un bache emocional tremendo que le apartó de los ruedos. De todas formas, vamos retrasados, hemos empezado ahora con los masajistas, así que fíjate.

Como dice el título de su libro, ¿usted se considera un torero para la historia?

Lo que he conseguido en los toros, ahí está. He toreado durante casi 25 años en todas las plazas del mundo y creo que he dejado mi huella.

En la historia del toreo siempre ha existido gran rivalidad. José Tomás ha declarado que la manera que usted tiene de entender el toreo es no asumir riesgos, ¿qué le parece eso?

Yo no quiero contestar a esos argumentos, lo que he hecho ahí queda. Cada uno tiene su concepto del toreo. A él le ha ido bien con el suyo y a mí con el mío.

Ha habido una propuesta para un mano a mano que usted aceptó y él, no.

Es verdad. Simón Casas me ofreció torear en Valencia con él, mano a mano y yo acepté. Pero al final José Tomás se negó y no conozco los motivos.

Dónde sí se enfrentaron es jugando al fútbol, y en el Bernabéu.

Sí, José Tomás jugaba con el Atleti y yo con el Madrid. Ese partido lo perdimos por dos a cero.

Ha tenido una carrera plagada de éxitos, pero también habrá tenido contratiempos, algún gol le habrán colado.

Si, claro que te cuelan goles. Y de eso se aprende. Hay cosas que he hecho en la vida y que ahora no las haría. Yo me arrepiento de algunas de ellas. Y eso que a mí me ha ido muy bien. La vida es un continuo aprendizaje.

Que se lo pregunten a Messi.

Ya os digo yo que Messi no vuelve a tropezar con Hacienda, aunque en mi opinión no creo que Messi sea el máximo responsable, para eso tiene sus asesores.

¿Se ha planteado dejar los toros? Su mujer, Paloma Cuevas, reza todos los días para que abandone los ruedos.

Ella me lo pide, pero yo me encuentro bien, soy torero ante todo. De todas maneras, yo estoy toreando menos que antes, lo llevo mucho mejor, paso más tiempo con las niñas y mi familia, y eso que ahora mismo estoy en el momento que siempre he querido como torero. Un momento de madurez mental y física. No me he fijado fechas para la retirada pero el año próximo cumplo 25 años de alternativa y no se sabe, podría ser.

Por cierto, está usted como un pincel, ¿cuál es su secreto?

No hago nada especial, he jugado mucho al fútbol, pero ya no lo practico. Ahora le doy mucho al golf. Me gusta relajarme jugando al golf antes de una corrida de toros. Siempre llevo los palos junto con los trastos de torear, por si acaso.

Y ahora, ya sin Liga, tendrá tiempo de disfrutar con la Selección española. ¿Qué le parece? ¿Le aburre lo buenos que son?

No qué va, siempre digo que nos vamos a acordar mucho de estos jugadores. A veces pienso, ¿cómo puede durar tanto? Lo que estamos viviendo con España es para que pase despacio. Y se lo digo a la gente joven que no ha sufrido tanto como nosotros. Y no solo con respecto al fútbol, sino en muchos deportes, tenis, coches, motos, baloncesto, tenemos unos deportistas impresionantes. Ojalá dure la racha.

Que pase despacio, ¡qué bonito!

Sí, y que lo saboreemos, porque es muy difícil vivir lo que estamos viviendo. Esta selección de fútbol ya no es que gane, es cómo juega, no se puede sacar más pecho donde vayamos. Yo no he visto jugar nunca al fútbol así, es como la play station. Por eso, a los chavales que lo ven ahora les digo que lo saboreen, que lo disfruten. A veces, viendo a la Selección, se me escapan los olés en el salón de mi casa.

¿Por qué futbolistas de la Selección siente más debilidad?

Con todos, y sobre todo, por paisanaje, por Roberto Soldado, que tiene mucho mérito y se lo ha tenido que trabajar duro para estar ahí de titular entre tanto monstruo. Es un auténtico luchador. Donde está se lo merece.

Un cuestionario para rematar la faena: ¿Lloró alguna vez después de matar a un toro?

No.

¿Llevaría publicidad en un vestido de luces?

De momento, no. Tendrían que pagar mucho.

¿Cuál es el torero más raro que ha conocido?

En el fondo todos tenemos rarezas. Y creo que están perdonadas.

Usted que es cazador, ¿disparó alguna vez junto al Rey?

No he tenido ese privilegio.

¿Qué habría dado por jugar en el Real Madrid?

Yo habría jugado en el Madrid gratis. Los futbolistas que juegan en los grandes equipos a veces no son conscientes del privilegio que tienen.

¿Si le invitara Artur Mas al palco del Nou Camp acudiría?

Yo creo que no se le pasaría por la cabeza invitarme.