Mundial Sub-20
Los ojeadores acumulan más de 5.000 kilómetros viendo talento
Viajan juntos por toda Turquía. Han cubierto 18 partidos. Alguno va por libre o de incógnito. Sería el caso del Madrid. Tienen el tiempo justo para viajar, ver y hacer informes.
Suena el despertador en algún hotel de Turquía y allí empieza la jornada para los ojeadores de los principales clubes europeos desplazados al Mundial Sub-20. Jornadas maratonianas, en la mayoría de los casos, que les llevan de sede en sede, de estadio en estadio, con el fin de encontrar el jugador ideal mediante el que reforzar sus plantillas este verano.
No es fácil descubrir talentos aún vírgenes como los de esta categoría. Implica ver mucho fútbol en directo y eso, en el caso de Turquía, conlleva costosos y cansados desplazamientos. Para aglutinar a todos los scouts en un mismo viaje que les permita ver cuantos más partidos mejor, la agencia de representación Eleven Sports España organiza un paquete al que se adhiere la mayoría.
En esta ocasión han sido once los que lo han hecho: Valencia, Villarreal, Sevilla, Barcelona, Juventus, Fiorentina, Manchester United, PSG, Bayer Leverkusen, Hannover y Oporto. Otros muchos clubes (Arsenal, QPR, Southampton, Zenit, Betis) van por libre y se organizan ellos mismos el calendario, además de aquellos que no se acreditan o siguen el torneo de incógnito, lo que hace muy difícil contabilizar su presencia. Este puede ser el caso del Real Madrid, a cuyos representantes nadie ha visto durante estos días.
Maratón. Para los once clubes que viajan organizados, la primera fase se ha rentabilizado al máximo. Su ruta ha sido Estambul, Gaziantep, Antalya, Estambul, Rize, Antalya, Estambul, Trabzon y Bursa. Es decir, todas las sedes menos Kayseri, en las que han visto dos partidos al día en cada una de ellas. Son, por lo tanto, 18 encuentros de 36, la mitad de los disputados, un número muy difícil de lograr en otras circunstancias y que sólo se consigue viajando y trabajando en equipo.
Aviones, escalas, pocas horas de sueño, visitas únicamente a los estadios y a los hoteles, informes precisos que hacer llegar cuanto antes a las secretarias técnicas. Esa es la labor que durante nueve días y 5.000 kilómetros ha ocupado a los ojeadores en Turquía. ¿Quién dijo que ver fútbol era un hobbie y no un trabajo?