Jesé hace primera a España

España ganó y convenció cuando sólo peleaba por el liderato, sin otro objetivo que encontrar un cruce más cómodo y dejar clara su superioridad sobre Francia, favorita igual que ella a llevarse el Mundial. Su primer tiempo fue brillante. Muy plástico. Aparte de jugar bien, de competir, se gustó. Óliver se hizo el dueño del partido a base de esconder la pelota y ofrecerla con garantías a sus compañeros. Parece que no la lleva pero sí, ahí la tiene escondida siempre el fenomenal talento del Atlético. Imparable. Indefendible.

La red de seguridad que le ofrecían por detrás Saúl y Campaña se tradujo en un dominio del centro del campo que sólo presagiaba cosas buenas. Porque desde ese tronco fueron creciendo ramas y más ramas. El lateral izquierdo Gayá utilizó su banda como una autopista, Alcácer vino a recibir para desesperación de sus marcadores y Rubén García alternó diagonales con apoyos en corto. Pero quien tumbó a los franceses fue Jesé. Ya antes del gol había avisado de su poderío con una cabalgada por la derecha que Areola desvió a córner con la punta de los dedos. En la siguiente, como si el espacio fuera suyo, se frenó en el área con un recorte y puso el gol en bandeja a Alcácer, que lo necesitaba y lo merecía. Digne, el lateral izquierdo, aún está buscando al madridista.

El tanto dio aún más confianza a la Selección, que por fin se lució, ya sin las ataduras propias de la clasificación. Óliver siguió con su clínic y Jesé mantuvo a raya a la defensa gala, bien por la derecha o bien por la izquierda. Francia, aturdida, sólo creó peligro a balón parado. Ngando tuvo las dos mejores opciones, pero se marcharon fuera. Jesé, mientras tanto, seguía a la suyo y en una buena diagonal por la izquierda incrustó el balón en el palo, previo toque decisivo de Areola.

Con la intención de tener aún más control, Lopetegui introdujo a Suso por Campaña y el partido fue mutando en un rondo. El del Liverpool aportó toque, pausa, pero en pleno tiqui-taca dibujó un pase medido que Jesé devoró con el hambre de los depredadores. Su cuarto gol del torneo, su enésima muestra de que el Olimpo del Mundial tiene reservado un hueco para él. Este tanto, pese a quedar tiempo por delante, cerró la persiana del partido. Francia lo intentó con un tiro de Kondogbia que dio en el poste por fuera y también Foulquier estrelló un balón en el larguero, casi al final. Incluso Vion recortó distancias en el descuento. Pero no fue suficiente. El veredicto estaba encima de la mesa y sitúa a España como primera de grupo. Un tercero de otro, aún por determinar, será su rival en octavos. Que pase el siguiente.