SUB-20
España, de compras por el Gran Bazar antes del asalto a Francia
Los jugadores de la Sub-20 han tenido la tarde libre y han aprovechado para visitar el Gran Bazar. La visita duró una hora y compraron, sobre todo, artículos de joyería.
En solo cuatro días de Mundial ya está asegurado un primer objetivo complicado que tenía la Sub-20 por delante: superar el grupo inicial. Las victorias ante Estados Unidos (1-4) y Ghana (1-0) han convertido el durísimo choque frente a Francia de la última jornada en un trámite en el que para la Selección sólo estará en juego el primer puesto final. El empate favorece a los de Lopetegui, lo que hace aún más cómoda la situación. Ningún otro país de cuantos compiten en Turquía tiene un panorama tan bueno como el que se le presenta a España.
Todos sabían de la dificultad del grupo en el que había quedado encuadrado el conjunto de Lopetegui y solventarlo de esta manera ha sido un importante refuerzo anímico y moral. Ahora queda por poner el broche final ante Francia para sellar el liderato y evitar de este modo un incómodo desplazamiento a Gaziantep, a 1.000 kilómetros al este, y un rival duro en el cruce, el segundo de un grupo en el que están Colombia y la anfitriona Turquía.
Ambiente. Ser líderes, por el contrario, permitiría mantener la sede de Estambul durante cuatro días más y verse las caras en octavos contra uno de los mejores terceros. La diferencia, por lo tanto, es grande. Los jugadores, confiados en ser primeros y jugar de nuevo en el Ali Sami Yen, como hasta ahora, expresaron su alegría por cómo está transcurriendo todo y tuvieron un merecido premio por parte de los seleccionadores, que les dieron la tarde libre para hacer compras en el Gran Bazar, el célebre e histórico mercadillo del barrio de Sultanahmet, en Estambul.
Por la mañana los titulares ante Ghana habían tenido una suave sesión de recuperación en el gimnasio y en la piscina, mientras que los suplentes sí se ejercitaron en el campo anexo al Olímpico de Ataturk. Lopetegui quiere a todos los jugadores al máximo en el plano físico y mental y por eso trabaja únicamente con los que han sido suplentes después de los partidos. Antes de los mismos, sí lo hacen todos en común.
Pero la liberación total llegó en el Gran Bazar. Por espacio de más de una hora, los futbolistas pasearon por sus laberínticas calles y regatearon con los vendedores como suelen tener que hacerlo en el campo con los adversarios. Relojes, joyería y moda fueron los productos por los que más pujaron. Después de una larga concentración que ha transcurrido entre Las Rozas, San Pedro del Pinatar (Murcia) y Estambul, al fin llegó la recompensa al trabajo bien hecho. Un trabajo que ya tiene a España en los octavos de final. Es el primer paso. El primero, ojalá, de muchos más.