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Carlo Ancelotti, un técnico camaleónico

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Aquel derechazo imposible para Buyo en abril de 1989 fue el primer contacto real de Ancelotti con el Real Madrid. Ha pasado mucho tiempo, pero eso no se olvidará jamás. Aquel Milan de Sacchi dejó a la quinta del buitre sin la final más soñada, la del Camp Nou. En aquel Milan Ancelotti era uno de los principales armadores, directores. Y como estratega llega hoy al Real Madrid. En estas páginas analizaremos en profundidad y durante varios días al Ancelotti técnico.

Como jugador Parma, Roma y uno de los mejores Milan de siempre. Dos mundiales en 1986 y 1990 y una Eurocopa en 1988 con la selección. Como técnico una primera experiencia como ayudante de Sacchi en la azzurra, entre 1992 y 1995. Siempre se consideró discípulo de Sacchi, jamás dejó de repetirlo sobre todo en sus inicios como técnico. Aunque un análisis a su estilo de juego le diferencia en muchas cosas. Nunca los equipos de Ancelotti han tirado la defensa tan adelantada como los de Sacchi, como el Milan de Baresi en el que Ancelotti jugó. Tal vez porque en el fondo nunca le convenció del todo, quizá porque nunca tuvo los jugadores para ello. Lo que siempre destacó es Milanello como escuela, como centro de entrenamiento en un entrenador cuya prioridad ha sido siempre la estabilidad del grupo. Tantas entrevistas en Guerin Sportivo y siempre el mismo mensaje, aquí veremos varias. En cualquier caso y con Sacchi fue finalista del mundial 94 antes de llegar a la Reggiana, su primer club como técnico. Firmó después por el Parma, con el que probó varios sistemas y terminó por colocarle segundo en un campeonato histórico, un equipo presidido por Pedraneschi y que ya no tenía todas las estrellas de años atrás. Su filosofía desde el primer día, trato paternal con los jugadores y sobre todo adaptación a ellos. Más allá de los varios títulos, lo principal de Ancelotti es esa capacidad casi camaleónica para adaptarse. Asombrosa su forma de transformarse para cada situación, cada plantilla con su tipo de jugadores. Ancelotti fue quien decidió retrasar a Pirlo al mediocentro desde la mediapunta, en una de las mejores decisiones en la historia del Milan.

El mismo Ancelotti mantuvo a Mikel en el mediocentro del Chelsea, vio en Deschamps el hombre clave de su Juventus o pidió como prioridad absoluta a Verratti para el PSG. Distintos tipos de mediocentro, cada uno para adaptar el equipo a sus necesidades. En la Juve no cambió demasiado en la primera temporada tras llegar en febrero por Marcelo Lippi. Ya meses antes venía asomando como técnico juventino, y armó el medicampo con Conte, Deschamps y Davids, en una Juve que no tuvo al mejor Zidane aquella temporada. Segundo año con cambio total, tres centrales. Algo que ya casi nunca repetiría en su carrera. Una Juve pragmática, sin la presión de la etapa de Lippi y con Zidane siempre por detrás de Inzaghi y Del Piero. Entre otras cosas la marcha de Deschamps le hizo armar un mediocampo con Conte, Tacchinardi y Davids y volver a la defensa de cuatro que ya no abandonaría.

Tampoco en el Milan y ya hasta ahora. Dos Champions con el Milan, al que llegó en noviembre de 2001 para suplir a Therim. Mismo esquema 4-3-1-2 que había consolidado en la Juve. Como mediapunta primero Rui Costa, después el Pirlo al que al final retrasaría al mediocentro. Ocho temporadas en el Milan, con un título de liga y dos Champions más la final perdida de forma increíble ante el Liverpool en Estambul. Nunca habrá tenido hasta ahora un centro del campo más creativo que en el aquel Milan con Pirlo, Seedorf y Kaká, que durante muchos tramos incorporó a Rui Costa en aquella final. Y con alguna variante táctica pero siempre la defensa de cuatro inamovible, la misma defensa que nunca variaría en el Chelsea, con el que ganó un título de liga y una copa. Dos temporadas, en las que empezó con Essien, Mikel y Malouda en el mediocampo, para probar con Deco en algunos partidos en el mediocentro y terminar por consolidar ahí a Mikel. Con él cayó en octavos en Champions ante el Inter de Mourinho en su primera temporada. Mikel y Essien, al que también tuvo en el Chelsea, no tienen nada que ver con Pirlo ahí y desde luego por eso pidió a Verratti para el PSG. Otro estilo, siempre bien estructurado y armado desde atrás pero con más talento en un PSG con el que terminó por ganar la liga en su segunda temporada con un 4-4-2 y Verratti, Matuidi, Pastore y Lavezzi en el mediocampo. Otro ejemplo más de adaptación a la plantilla. Imposible etiquetar al nuevo técnico del Real Madrid, desde luego.