El experimento del spray en las faltas da buen resultado

El árbitro de Gambia que pitó el EE UU-España, Bakary Gassama, sacó el bote que portaba en su cintura y aplicó el spray que lleva dentro para marcar el punto exacto de la infracción y en el que se debía colocar la barrera, justo en la distancia reglamentaria. Y como él, el resto de colegiados que dirigen encuentros en este Mundial, entre ellos el español Undiano Mallenco.

La FIFA, como suele hacer en torneos así, está experimentando con esta particular manera de medir la distancia, una alternativa que ya se viene usando en Sudamérica desde hace tiempo y que funciona de maravilla. Con sólo dos jornadas del Mundial disputadas, la sensación es que el experimento también es del agrado de todos los protagonistas en Turquía, desde entrenadores a jugadores. Así lo comentaban algunos futbolistas españoles al término del encuentro inaugural frente a los estadounidenses. "Mejor que no haya dudas y la barrera se mantenga en su sitio exacto", decían.

De momento, las jugadas en las que se ha tenido que hacer uso del spray no han resultado decisivas. En el EE UU-España, por ejemplo, no hubo ni siquiera faltas al borde del área mediante las que buscar un lanzamiento directo. Las pocas veces en las que el árbitro debió aplicar esta revolucionaria medida fueron centros laterales, aunque sí se vio al lanzador mucho más cómodo por no tener la barrera encima. Si, como parece, unos y otros aceptan de buen grado el uso del spray, el rendimiento que puede ofrecer sería el acorde al que busca la FIFA.