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SELECCIÓN | MUNDIAL SUB-20

Deulofeu y Jesé: una pareja de amigos que brilla en el Mundial

El primer partido del Mundial Sub-20 fue suficiente para comprobar el enorme nivel de Gerard Deulofeu y Jesé Rodríguez, dos de las grandes estrellas españolas del torneo.

Estambul
ALEGRES. Jesé felicita a Deulofeu tras marcar un gol a Estados Unidos. Madridista y culé llevan cuatro juntos en la Selección.

Culé y madridista, catalán y canario, representan el estilo vertiginoso que la Sub-20 mostró en su estreno en el Mundial de la categoría. Una goleada a EE UU a base de latigazos, dos de Deulofeu, dos de Jesé, con los que asustar a cualquiera. Y no es para menos. Los dos extremos del equipo se entienden a la perfección, se gustan al combinar, se necesitan cuando galopan. Hablan el mismo idioma futbolístico.

No importa que jueguen en rivales eternos. Sólo importa que la Selección unifica todo ese talento al servicio del equipo: "Encontrar el feeling entre uno del Barça y uno del Madrid no es fácil, pero lo hacemos porque, aparte de ser un grandísimo futbolista, Deulofeu es una buena persona. Cuando se es buena persona y además humilde, personas que venimos de barrio, siempre nos vamos a entender bien. Con la mirada nos entendemos, somos grandes amigos", dice al respecto Jesé, quien abrió el marcador ante los estadounidenses precisamente con una asistencia del extremo culé.

La primera vez que jugaron juntos fue en un torneo con la Sub-16 en Santarem, en Portugal. Desde entonces la conexión entre ambos no ha parado de fabricar goles: "Cuando levanto la cabeza es para buscarle a él, lo hago siempre. Ocurrió también en el primer gol. Para mí es una referencia en ataque. Le lanzo en largo, le tiro paredes, estoy siempre buscándolo", confiesa Deulofeu, un año más pequeño que Jesé pero compañero de Selección desde siempre.
El papel de ambos en la Sub-20 es el de las grandes estrellas. Saben que tienen que definir y así lo harán. De hecho, por calidad quizá también hubieran tenido sitio en la Sub-21 que se proclamó campeona de Europa recientemente en Israel. Así lo cree el propio Deulofeu: "Quizá sí teníamos sitio, pero también es cierto que la Sub-21 contaba con jugadores maravillosos. Hemos disfrutado viéndoles jugar. Esta es nuestra generación y ahora nos toca darlo todo para llevarnos el Mundial para casa".

Contras. Es tal su peso en el equipo, que incluso el estilo de juego de los de Lopetegui parece definido a su imagen y semejanza. No hubo tanto toque ante EE UU, sino un despliegue físico al contragolpe que le convierte en un conjunto con mucho veneno arriba: "En esta Selección siempre ha habido toque, el mejor ejemplo es el Europeo Sub-19 del año pasado en Estonia. Allí tocamos mucho, lo que pasa es que Estados Unidos nos obligó a jugar más directos. Atacaban mucho, nosotros estábamos replegados y había que salir con velocidad. Fue un caso aislado. Siempre tenemos el balón y nuestra filosofía es mantener la pelota", difiere sin embargo Jesé. Y Deulofeu le secunda: "Son circunstancias del partido, el rival que tuvimos enfrente nos lo puso complicado y tuvimos que aprovechar nuestras oportunidades. Mi objetivo en Turquía es ayudar al equipo lo máximo posible. Quiero seguir creciendo como futbolista y conquistar el Mundial lo supondría. A eso venimos".

Con dos goleadores tan certeros como ellos, la duda es saber quién será el máximo artillero y si la cuestión les preocupa. Y no, el mejor ejemplo de que lo colectivo prima sobre lo individual lo analiza Jesé: "El objetivo es ser campeones y ayudar al equipo lo máximo posible. Está claro que si yo meto goles o los mete Gerard va a ser lo mejor para todos. Brillar individualmente servirá para mejorar el rendimiento colectivo. Esa parece la clave". Pues que así sea.