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NIGERIA - ESPAÑA

La Selección conoce el camino a seguir: Nigeria, Italia y Brasil

La Selección asegurará el primer puesto del grupo con un punto (21:00, Tele 5). Vicente del Bosque culminará hoy su tercera rotación en la portería de La Roja.

EN EL CASTELAO. La Selección se entrenó ayer en el moderno estadio Castelao de Fortaleza. Del Bosque mezcló a los jugadores y no dio muchas pistas sobre el once inicial. Lo único que confirmó es que Víctor Valdés será hoy el portero titular.
Juan Flor

Vayamos al grano. Con una victoria o un empate, la Selección asegurará su pase a semifinales como primera de grupo y se medirá a Italia. Con una derrota por la mínima dependerá de la goleada de Uruguay a Tahití: si la celeste se impone por más de diez goles, España pasará segunda y se las verá con Brasil. Sólo una remotísima derrota por cuatro goles ante Nigeria, sumada a la goleada uruguaya, nos dejaría fuera del torneo. Tal y como habrán advertido, el primer criterio para resolver los empates a puntos es la diferencia de goles (luego la cantidad de tantos marcados). Tal y como habrán observado, nos invade un ataque de prudencia, llámenlo si quieren españolitis victimista de carácter regresivo: hace 15 años y ocho días, Nigeria (en íntima colaboración con Zubi) nos eliminó del Mundial 98.

Liberados de los terrores nocturnos, el panorama se ilumina con el sol de los últimos cinco años: España está como nunca y, además, descansada (la Selección suma ya 14 partidos invicta). Del equipo inicial sólo se sabe con seguridad que Víctor Valdés será el portero titular (el tercero en liza), pirueta que permitirá a Del Bosque incluir su nombre en los libros de diplomacia y protocolo.

El resto del once será, probablemente, una base de titulares con algunos meritorios, una medidísima combinación de los jugadores que ganaron a Uruguay y de los que vapulearon a Tahití (Piqué y Arbeloa se encuentran a un tarjeta de la suspensión).

De Nigeria, entretanto, lo que más asusta es el recuerdo: aquellas temibles águilas de los Mundiales 94 y 98 (Finidi, Kanu, Okocha, Mutiu Keshi, el actual seleccionador). El presente, sin embargo, nos descubre a un equipo en formación (el más joven del campeonato), en el que Obi Mikel (26 años) ejerce de líder espiritual. La victoria nigeriana en la Copa de África del pasado febrero indica que el grupo tiene futuro (19 partidos invictos hasta perder con Uruguay). aunque le falten horas de vuelo. De momento, su clasificación para el Mundial 2014 está encarrilada: líder de grupo a falta de un partido.

El ambiente, en principio, no es el más adecuado para el fútbol nigeriano. Antes del torneo, los jugadores amenazaron con no viajar a Brasil por los recortes unilaterales del 50% que la federación hizo de sus primas para los amistosos en Namibia (1-1) y Kenia (0-1). Aunque el problema se arregló (a instancias de la FIFA), la selección de Nigeria no llegó a Belo Horizonte hasta el día antes de enfrentarse a Tahití (1-6).

Confuso. Si el estreno de Nigeria dejó una sensación caótica (pese a la goleada), su choque contra los uruguayos no mejoró demasiado la impresión inicial. A excepción de Obi Mikel  (Chelsea) y Musa (CSKA), el equipo parece más gaseoso que sólido, más exuberante en lo físico que en lo táctico. Oduamadi, cedido por el Milán al Varese y autor de tres goles contra Tahití, será duda hoy por problemas musculares.

Para la Selección el partido sería poco más que un trámite si no fuera por la indefinición del rival, africano para lo bueno y para lo malo. Para Nigeria, enfrentarse a España le ofrece la oportunidad de redimirse de un mal torneo y de presentarse en sociedad algunos años antes de lo previsto. Peligro, diría. Miedoso, dirán.