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SELECCIÓN SUB-21

Israel despide emocionada a La Rojita: "Simply the best"

Después de una noche larga, se separaron los caminos. Julen Lopetegui, que volaba a Estambul para dirigir ahora a la Sub-20 en el Mundial, dio las gracias a los jugadores.

"Simply the best". Así despidió Israel, su crítica y la apasionada afición, a La Rojita: emocionada con sus conquistas. "Más que impresionante", dijo Thiago del trato recibido. España vivió unas últimas horas frenéticas en Tel Aviv. Cargados de trofeos, los chicos de Lopetegui llegaron el domingo muy tarde al hotel Dann Akkadia procedentes de Jerusalén. Cenaron rápido y salieron a descubrir el centro de Tel Aviv, a unos 20 kilómetros de Herzliya. Lo tenían bien merecido. Para la ocasión cerraron el Clara Club, local de moda en la ciudad. Por la recepción del hotel ya corrió alguna cerveza, aunque el ambiente fue de moderada satisfacción. Mazinho se abrazó a su hijo Thiago mientras evitaba contestarnos por el futuro de su hijo: "no puedo hablar". Algunos aficionados dispersos le gritaban que se quedase en el Barça.

Después de una noche larga, España se levantó a mediodía y se separaron los caminos. Lopetegui, que volaba a Estambul para dirigir ahora a la Sub-20 en el Mundial, dio las gracias a los jugadores, especialmente a los que cierran ciclos: "Les dije al descanso de la final que era el día para que demostrasen lo grandes que eran y lo hicieron". El resto de la expedición, los 22 vestidos con sus camisetas respectivas de la seleccion, llegó sobre las dos y media de la tarde al aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv, donde le esperaba el vuelo Iberia 3155 rumbo a Madrid. Controles, cansancio y algunas gafas de sol. Había jugadores realmente felices como Morata. "Está aluciando", nos contó su padre Alfonso. "Lo ha felicitado por twitter hasta Gasol. Y le llamó Florentino, José Ángel Sánchez, Butragueño...". "De nota tiene un 7 o un 8", bromea su padre. Uno de los grandes amigos de Morata, Isco, fue el rey a la llegada. "Vente al Madrid", le pidieron los operarios del aeropuerto

La selección llegó a las 22.30 hora española a la T-4 de Barajas. Esperaba la afición al grito de campeones. Todos cenaron juntos en un restaurante. Luego se dejaron llevar por Madrid para brindar por un ciclo de oro. Un ciclo sin fin.