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COPA CONFEDERACIONES

La afición de Recife explota por la mala localización del estadio

El Arena Pernambuco se encuentra en mitad de la nada y los aficionados revenden, incluso regalan, las entradas para los siguientes partidos.

La afición de Recife explota por la mala localización del estadio

El partido entre España y Uruguay dejó buen sabor para los amantes del fútbol, pero amargó a muchos aficionados que estrenaron el Arena Pernambuco de Recife. El estadio con capacidad para 46.000 espectadores fue construido para la Copa del Mundo de 2014 con la idea de expandirse a su alrededor con un hospital, una universidad, además de un complejo residencial para más de 10.000 familias.

Pero a día de hoy, la única realidad es un estadio situado a las afueras de Sao Lourenço da Mata, rodeado de espesa vegetación y de difícil acceso. Los aficionados que presenciaron el primer partido del grupo B de la Cop aConfederaciones lo sufrieron y algunos pretenden vender sus entradas para el Italia-Japón (miércoles) y el Uruguay-Tahití (domingo), e incluso alguno las piensa regalar.

Globoesporte se hace eco del malestar de la afición de la ciudad de la Región Nordeste y ha hablado con uno de los aficionados indignados. “Regalo mis entradas. No quiero sufrir más trastornos y sé que venderlas será complicado”, dice. Y es que este aficionado perdió tres horas sólo en el traslado al estadio y la vuelta optó por el taxi porque el metro era “una locura”. “Fui muy temprano, pero ya había aglomeración. Sufrimos una demora más de lo normal para llegar a las estaciones. Cuando llegamos a la última estación vimos que era una locura. No había organización a la hora de coger el autobús. No recomiendo a nadie que vaya”.

El aficionado no sólo desiste de acudir a más partidos de la Copa Confederaciones en Recife, además ha reconocido al diario brasileño que tampoco irá a ningún partido del Mundial disputado en el Arena Pernambuco, a pesar de tener entradas. “Compré entradas sin saber los emparejamientos. Confíe en la FIFA y hoy puedo asegurar que no se merecen ninguna confianza. Es terrible lo que han hecho con la gente. Me doy por vencido, no pienso ir”.