Eurocopa Sub-21 | Italia - España
La Rojita mira al cielo de Israel
La Selección pone en juego su particular y exitoso estilo de toque y defenderá esta tarde (18:00 Cuatro) la corona europea en la gran final de la Eurocopa Sub-21 ante italia.
La mística que envuelve Jerusalén alcanza también a la final de la Eurocopa Sub-21 que allí hoy se disputa. Hay algo de mágico en esta ciudad única, peculiar, punto de partida de creencias y religiones de lo más variopintas. Como si de otro dogma de fe se tratase, la Selección pone en juego su particular y exitoso estilo de toque, aquel que le ha llevado a alcanzar lo que pocos conjuntos consiguieron antes en la historia del fútbol: ganar jugando bien.
Para ello lucirá la bandera que tan buena trayectoria le está permitiendo tomar en el torneo, la del criterio con la pelota y la imaginación sobre el físico. Isco ha tomado la palabra en este discurso. Sus exhibiciones en lo que va de Eurocopa le colocan en boca de todo el mundo y acercan a la vitrina de su casa el galardón de MVP. Incluso perdiendo la final de esta tarde podría conquistarlo.
Pero más importante y enriquecedor es el premio colectivo, el que volvería a situar a España en lo más alto del panorama futbolístico europeo. Hay una generación brillante entre estos chicos y el título consagraría aún más la sensación de que el relevo de La Roja está asegurado.
Testigo. Hace dos años, en Dinamarca, fueron Javi Martínez, Mata o Azpilicueta los que aprobaron el máster hacia la absoluta alzando esta misma copa con maestría. Ahora les toca a otros, alguno también presente entonces, confirmarse como alternativa. De Gea, Illarramendi o Isco están tan cerca de la cúspide que este parece su último escalón.
No será fácil superarlo, por supuesto. Italia lleva un tiempo trabajando la cantera a un gran nivel y la proliferación de talentos muestra el giro radical de su fútbol. Lo que antes era Ambrosini hoy es Verratti; lo que antes Luca Toni, hoy Insigne. Existe la generalización de que España es el espejo en el que fijarse. Ya lo hizo Alemania, ya lo hace Italia. Pero con propósitos sólo no vale. Es necesario ganar. Y ganador sólo hay uno. ¿Quién?