COPA CONFEDERACIONES
Nigeria gana a Tahití, que marcó un gol y fue el vencedor moral
Arrasó a un flojo rival pero perdonó una goleada mayor que podría ser clave para entrar en semifinales. Oduamadi marcó un hat-trick. Jonathan Tehau hizo el tanto del honor.
Nigeria llegó a Brasil 38 horas antes del partido de ayer ante Tahití. Sin apenas tiempo para aclimatarse y con líos internos por las primas, las Águilas Verdes aprovecharon el choque contra los tahitianos para hacer un entrenamiento más. Con árbitro, aficionados y un rival enfrente, los africanos tampoco se emplearon demasiado para vencer al rival más débil de la Confecup. Eso sí, desaprovecharon una oportunidad de oro de cara al goalaverage general, y a buen seguro se arrepentirán de las innumerables ocasiones falladas.
Comenzó el partido con un primer lanzamiento de Simon. Fue un espejismo. A partir de ese minuto 2, las llegadas empezaron a caer del bando nigeriano. Normal. Y apareció el primer tanto de Elderson después de innumerables rebotes. Cómico, aunque no sería el único tanto así. 1-0 y minuto 5. La goleada parecía gestarse. Y mucho más tras el segundo de Nigeria, obra de Oduamadi (10’). Este mismo protagonista repitió en el 26’ tras regalo de Samin, que tampoco sería el último. Sin embargo, la relajación llegó a Nigeria, que antes del descansó gozó de varias ocasiones clarísimas que fueron incapaces de materializar.
Con el 0-3 se terminó la primera mitad. Pudieron ser más, pero Nigeria perdonó. Demasiado. Por eso, los tahitianos fueron ganando en moral y confianza con el paso de los minutos. Y fruto de esa confianza empezaron a buscar con más ahínco la portería de Enyeama. Hasta que llegó su premio. El de Tahití y el de tantos futbolistas amateurs. Córner al segundo palo que cabecea prácticamente a placer Jonathan Tehau, el mayor de los tres hermanos. Un sueño hecho realidad viendo la celebración de los Toa Aito (Guerreros de Hierro).
El tanto oceánico molestó y despertó a los nigerianos. Les tocaron el orgullo y aprovecharon el lógico bajón físico de Tahití para buscar más goles. Eran necesarios. Por eso llegó el cuarto, de manera nuevamente cómica, de Jonathan Tehau en propia puerta. Y el quinto, con el que Oduamadi cerró su hat-trick. Y el sexto, que significó el doblete de Elderson.