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EUROPEO SUB-21 | ESPAÑA - NORUEGA

Tócala de nuevo, Isco

El malaguista es el terror de todos los rivales y Noruega no es una excepción (17:30, Cuatro). La sociedad Isco-Morata podría mantenerse en el once.

Israel
ENTRENAMIENTO SIN CAMACHO. España se ejercitó sobre el césped del estadio de Netanya, donde hoy se mide a Noruega. La única novedad es que Camacho hizo trabajo al margen con un fisio. Es duda para hoy.
Morenatti

La velocidad de crucero que alcanzó España ante Holanda en la última jornada de la fase de grupos le sitúa ante una semifinal europea más exótica de lo prevista. El excelente caudal futbolístico español tendrá hoy la oposición en un conjunto férreo como Noruega, capaz de complicar el pase a la final a través de una defensa rígida y un considerable potencial a balón parado. Históricamente esta ha sido la combinación que más se le ha atragantado a España, que además estará en alerta después de lo sucedido en el encuentro inaugural frente a Rusia.
Aquel día fue Morata el que desbloqueó un choque igual de pantanoso que el que se prevé para hoy con un gol tardío saliendo desde el banquillo, pero la sensación es que desde entonces hasta ahora el equipo ha dado un estirón importante.

Duda. Ha sido precisamente Morata el que ha despertado ese instinto ganador. El madridista ha llegado en un momento de forma óptimo. Su capacidad goleadora y su poderosa zancada son el mejor postre para el talento inmenso de Isco por detrás. El malaguista es el terror de todos los rivales y Noruega no es una excepción. La sociedad Isco-Morata podría mantenerse en el once, por lo que el sacrificado sería Rodrigo. La única duda por problemas físicos es la de Camacho, que arrastra un esguince en el tobillo.

Así, el centro del campo estará formado por Illarramendi, Koke y Thiago. Pocos países en el mundo tienen la facilidad para fabricar mediocentros de semejante talla. Hoy serán fundamentales. Noruega formará una trinchera y la única forma de derribarla es mover el balón. Es el juego de España y lo necesita para alcanzar la final. Cuestión de estilo. Sólo eso.