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RACING DE SANTANDER

Aprobada la ampliación de capital entre gritos y abucheos

Los pequeños accionistas abandonan la Junta tras la votación. "Fuera chorizos del Sardinero" o "puñetero precarista", algunas de las quejas.

Bernardo Colsa trata de acercarse a la mesa presidencial y es retenido por la seguridad.
Nacho Cubero.

La Junta General de Accionistas del Racing de Santander, celebrada en el estadio de El Sardinero, con objeto de votar la ampliación de capital de 4,5 millones de euros del club cántabro -aunque primero se reduce en 1,8 millones para equilibrar el patrimonio-, acabó con la medida aprobada mientras los pequeños accionistas se marchaban de la sala. Durante gran parte de la Junta, con una fuerte presencia de seguridad privada para evitar altercados, se oyeron gritos y abucheos para el Consejo de Administración: "Mentirosos", "vamos a contar mentiras", "fuera chorizos del Sardinero", "vais a pagar" o "maldito precarista", entre las quejas dirigidas a Ángel Lavín, presidente del club y representante del paquete accionarial del indio Alí Syed -más del 99%-, y Carlos Ais, secretario.

Bernardo Colsa, presidente de la Asociación de Peñas del Racing, fue uno de los más beligerantes e incluso fue retenido por la seguridad al tratar de acercarse hasta la posición del Consejo. Otro accionista recordó a Lavín, tras cada punto del orden día, su responsabilidad a la hora de votar, pues consideraban que el poder de Alí en la Junta no era válido: "El número del registro de Amsterdam no corresponde con esta empresa". Además, se intentó posponer la Junta debido a un desfase en el balance de más de un millón de euros. La mesa presidencial lo achacó a "una errata" que tachó con bolígrafo y siguió adelante, pese a la oposición de la masa. 

En un punto de la reunión, Lavín retó a los pequeños accionistas a tomar el control del club, aprovechando la ampliación:  "Tienen la oportunidad, por primera vez en cien años, de dirigir el club. Compren acciones"También saltaron chispas al saberse que los socios con un paquete de entre 5 y 50 acciones no tendrían voz ni voto. Colsa recordó un correo electrónico del propio Lavín en el que le aseguraba que todos aquellos con más de cinco votos tendría derecho en la Junta.

Destacó la presencia del brasileño Aurelio Almeida, representante un de un grupo del país sudamericano que tendría interés en hacerse con la propiedad del Racing. Almeida acompañó a los pequeños accionistas con la representación de la empresa Infinito 2000 S. L. Votó en contra de las cuentas y se abstuvo en la ampliación de capital. Al ser cuestionado por el interés de Almeida en adquirir el club, Lavín dijo no saber nada de él. Una vez más, fue reprendido con gritos de "mentiroso".

El Racing acaba de descender a Segunda División B, sólo un año después de bajar de Primera a Segunda, y su viabilidad económica es toda una incógnita en estos momentos. Ais explicó ayer que la ampliación "es la única oportunidad de salir adelante".