Argentina sobrevive a Quito y está a un paso de clasificarse

El Olímpico de Atahualpa no era desde luego el escenario idóneo para ver a Messi de titular. A unos 2.800 metros de altura, el bastión de la tricolor luce imponente, y por lo visto asusta: hasta hoy, Ecuador contaba por victorias todos los partidos de las eliminatorias para el Mundial 2014 disputados en su feudo de Quito. Siguen las dudas sobre el estado físico de Leo Messi, y Sabella, con la albiceleste instalada en la primera posición, prefirió verle de nuevo en el banco en el inicio.

Y más ante una selección que desbordó de manera casi insultante a Argentina en el cuerpo a cuerpo. Sin embargo, fue la albiceleste quien comenzó a mandar en el marcador desde el minuto 4, cuando el colegiado paraguayo Enrique Cáceres señaló penalti en una jugada en la que el guardameta Alexander Domínguez derribó con claridad a Palacio, y Agüero se encargó de anotar el 1-0.

A partir de ese momento, Ecuador se vino arriba y aprovechó cierta desidia en los hombres de Sabella para adueñarse de la primera mitad, hasta el punto de que Segundo Castillo hizo el gol del empate en el minuto 16 tras un gran remate de cabeza. La fórmula de Ecuador era sencilla: superioridad física en el centro del campo, buenas aperturas a los extremos - Jefferson Montero y Valencia-, muy participativos, y confianza máxima en el poderoso Felipe Caicedo.

A pesar del dominio local, Argentina pudo ponerse por delante en el minuto 38 tras un saque de portería de Sergio Romero que llegó a la meta rival, y tras una picardía de Agüero, Di María finalizó la jugada con un potente disparo.

En la segunda parte, fue aún más escandoloso el empuje de Ecuador y la asfixia de Argentina, que se limitó a dar por bueno el resultado y esperar que la tricolor dejara espacios para salir a la contra. Messi saltó al terreno de juego en el minuto 60 sustituyendo a Agüero, con la intención de intimidar a la envalentonada Ecuador.

Y cuando el crack argentino pisa el césped, los rivales ya se lo piensan dos veces antes de ir con todo arriba. La entrada de Leo no fue un bálsamo, pero sí igualó algo más la contienda. Pese a ello y a base de empuje, Ecuador tuvo incontables saques de esquina (hasta 17) para ponerse por delante, especialmente en uno rematado alto por Castillo (minuto 72).

Di María salvó algo la imagen de Argentina, y lejos de amilanarse con el 'factor altura', empujó hasta que sus piernas dijeron basta. Tuvo un mano a mano con Domínguez en el minuto 77, pero el jugador del Real Madrid estuvo indeciso, y su jugada no terminó ni en centro ni en remate. Al final tuvo que ser Messi, siempre a medio gas, quien tuviera la mejor ocasión de Argentina para poner el 1-2 en el Atahualpa, tras un remate en carrera.

El partido se afeó en los instantes finales, cuando Mascherano, tras ser retirado en camilla, propinó una patada al camillero. El jugador del Barcelona vio la roja directa ante un público que estuvo entregado a la causa del 'sí se puede' durante los 90 minutos de partido. No pudo la tricolor, que por primera vez en estas eliminatorias dejó escapar la victoria en el Olímpico de Atahualpa.