REAL ZARAGOZA
Paco Herrera entrenará al Zaragoza en Segunda División
Herrera no quiere realizar declaraciones hasta que se haga oficial la salida de Manolo Jiménez, pero su entorno confirmó ayer a AS su disposición a fichar por el Zaragoza.
Paco Herrera, un clásico de los banquillos de la Segunda División española, es el entrenador elegido por el Real Zaragoza para sustituir a Manolo Jiménez y pilotar el retorno a Primera. El club aragonés, a través del representante Iñaki Ibáñez, tiene un acuerdo cerrado con el técnico barcelonés desde el pasado miércoles y quiere oficializar su contratación una vez que resuelva definitivamente la rescisión de contrato de Jiménez. Herrera se ha comprometido por una temporada con el Zaragoza, aunque podría continuar si logra el premio gordo del ascenso.
Herrera, de 59 años, es una apuesta personal de Luis Carlos Cuartero, actual máximo responsable técnico del Zaragoza, y que cuenta también con la bendición del todavía presidente Fernando Molinos, quien lo conoce de su etapa como secretario técnico del Espanyol. Las conversaciones se iniciaron una vez consumado el descenso y el acuerdo fue muy rápido. Tanto que cuando el Mallorca, por medio de su presidente, Lorenzo Serra Ferrer, se lanzó a por el entrenador barcelonés, éste ya le había dado su palabra al club aragonés.
Agapito Iglesias dejó ayer cerrada la rescisión del contrato de Manolo Jiménez, a lo largo de una larga reunión en Madrid con el representante Carlos Bucero y a la que acudió también el técnico andaluz en el AVE de las doce de la mañana. Queda ahora el cruce definitivo de toda la documentación, pero todo lo sustancial está acordado. A Jiménez le quedaba un año más de contrato, con una segunda temporada opcional, y tenía fijado un salario en Segunda División de 650.000 euros brutos, la mitad de su sueldo en Primera. Esa misma cantidad la hubiera tenido que abonar el entrenador como indemnización al Zaragoza en el caso de que hubiera decidido romper unilateralmente su contrato para fichar por otro equipo. La mediación de Bucero, representante de Jiménez e íntimo de Agapito, ha resultado fundamental para resolver esta cuestión en dos conversaciones y una larga reunión.