EUROPEO SUB-21 | ALEMANIA 0 - ESPAÑA 1
Morata vuelve a marcar y mete a España en las semifinales
El delantero del Madrid fue suplente y marcó en el minuto 86. España se jugará el primer puesto del grupo contra Holanda.
Cada torneo encuentra su ángel y el de España en Israel es Morata. Su gol ante Alemania reprodujo casi con exactitud lo sucedido frente a Rusia y clasificó para semifinales a un conjunto español mucho más decidido y mejor que el alemán. Ante Holanda, en la última jornada, únicamente estará en juego la primera plaza del grupo.
Fue un buen partido de La Roja, otra vez madura como en el estreno pero también más suelta y limpia. La presencia de Koke dio más estabilidad al centro del campo. El del Atlético cubre tanto espacio que sirve de red cuando hay una pérdida, excelente noticia para un partido en el que cualquier error llevaba comisión. Illarra le acompañó en la tarea, por lo que Thiago quedó más liberado para pisar área contraria. La idea era buena, simplemente había que aderezarla de algo de creatividad en las posesiones.
Isco, partiendo desde la izquierda, entendió el mensaje. Con la naturalidad de las estrellas, fue creciendo y asumiendo galones para alegría de España. Hasta que el malagueño doró el partido, fue Koke con un par de arrebatos el que más cerca estuvo de batir a Leno, más bagaje en todo caso que el de los alemanes. El miedo a un sobresalto era real, aunque la inercia española fuese atacar pese a ello. Rodrigo insistió con buen criterio en los desmarques hacia fuera y sus compañeros le empezaron a ver.
En uno de ellos el balón quedó suelto y Thiago, como los magos, con frac y sombrero de copa, estrelló el balón en el palo tras una curva preciosa. España se animó. Tello estuvo más activo y también apareció Montoya, aunque sus centros no encontraron a Rodrigo, infatigable como siempre en el esfuerzo. El único problema para la Selección es que su afán por atacar le costara un disgusto atrás. Sin embargo, más tímida de lo habitual, fue acumulando ocasiones hasta merecer el premio.
Isco se multiplicó, vino por dentro, se ofreció por fuera, aunque su melodía no encontrara a alguien que la bailara. La tuvo Rodrigo y también Illarra, que se descolgó con peligro cada vez que pudo. España estaba enchufada, sin saber muy bien qué hacer, si ir o no, cuando por allí apareció Morata. Y con Morata no hay dudas. Con él, se va. El madridista pivotó con Illarra en su primera acción y apareció para resolver en la siguiente, por la izquierda, esa banda en la que se ha hecho un futbolista más completo, esa en la que se marchó de Sorg para definir ante Leno. Es la Eurocopa de Israel. La de Morata. La que ya tiene a España en semifinales.