Más calor en Netanya y una duda en el once: Koke o Muniain

A lo lejos, cuando uno se acerca desde Tel Aviv, al norte de la capital comercial de Israel, Netanya (ciudad en la que por cierto entrenó nada menos que Lothar Matthaus) parece algo así como Benidorm. Sin ni siquiera entrar en la ciudad, una salida a la derecha conduce al Netanya Stadium, una espectacular construcción que, sin embargo, está completamente a la intemperie. Por suerte, España jugará a las 21:30 horas de Israel, cuando la temperatura de cierto respiro. Esta tarde, el calor resultaba insoportable.

El calor, los estados de forma, el juego de Alemania… Julen Lopetegui se plantea incluir algún cambio en el once inicial de la Sub-21. Por el juego veloz de la línea de mediapuntas alemanes, Lopetegui se plantea meter en el once a Koke y adelantar a Thiago. Así arroparía más el centro del campo. Morata también tiene alguna opción, aunque lo normal después del buen resultado es que Lopetegui no quiera dañar la moral de ninguno en el grupo y repita once.

Los alemanes son una copia de la selección grande de Low. Rainer Adrion dispone un 4-2-3-1. Toque y despliegue rápido. La alineación más probable será la compuesta por Leno; Sorg, Ginter, Thesker, Jantschke; Rudy, Rode; Herrmann, Holtby, Volland; y Lassoga. Ojo a los mediocentros y las bandas alemanas. Herrmann, más vertical. Volland, con gol. Ningún jugador del campeonísimo Bayern de Múnich en el once y sólo uno en la lista de 23 jugadores. Del Dortmund, cero en la lista definitiva de Adrion.

El seleccionador, sin Canales desde este mediodía (tomó un avión rumbo a Madrid), ha entendido que es preferible dosificar a sus jugadores. El viernes le dio la tarde libre y, como queriendo adaptarse a las costumbres, casi también les concedió el Sabbath. Lopetegui evitó el entrenamiento matinal en Kfar Saba y sólo dirigió una sesión en el estadio donde mañana jugará España. Alguna duda en el once, pero ninguna en el buque insignia: Isco, Golden Boy, MVP del primer partido, jugador en boca de todos, liderará de nuevo a la Selección, que podría dejar la clasificación virtualmente sentenciada.

Alemania está con el agua al cuello. Aplaudida por sus progresos en categorías inferiores en los últimos años, con un modelo reconocible de juego y numerosos descubrimientos, la derrota ante Holanda le deja en una situación comprometida. “Sabemos que no hay margen de error y ya sabemos lo que hay que hacer. Jugar los 90 minutos como hicimos la segunda parte ante Holanda. Debemos dejar los nervios aparte, somos conscientes de lo que nos estamos jugando. Hay que ganar, no hay otra”. Las palabras son de Sebastian Rudy, uno de los líderes de la Sub-21 alemana que está en situación de alerta máxima. Una derrota, unida a un empate o una victoria de Holanda ante Rusia, le dejaría fuera del torneo.