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El rival de España

Sanon, la cara, y Jean-Joseph, la cruz de Haití en Alemania-1974

Sanon fue el autor de los dos goles que Haití logró en el Mundial y Jean-Joseph fue el primer expulsado en la historia de los Mundiales por dar positivo en un control antidopaje.

Zoff y Sanon se saludaron.

La selección de Haití vivirá hoy otro gran día de gloria que se acercará al mes de noviembre-diciembre de 1973. En aquel entonces, la selección caribeña conquistó el Hexagonal de la CONCACAF, que les permitió acudir al Mundial de Alemania-1974, en lo que se considera el gran triunfo para su modesto fútbol. Pero en su única participación mundialista saldó su aventura con dos grandes protagonistas; uno positivo, Emmanuel Manno Sanon, y otro negativo, Ernst Jean-Joseph. Sanon fue el autor de los dos goles que Haití logró en el campeonato, siendo el primero, además, histórico, pues rompió el registro de imbatibilidad (1.143 minutos) que el guardameta italiano Dino Zoff mantenía con la Squadra azzurra.

Positivo. El segundo lo fue en modo negativo: Jean-Joseph, un centrocampista mulato y pelirrojo, fue el primer jugador expulsado en la historia de los Mundiales por dar positivo en un control antidopaje tras el partido Italia-Haití. El jugador intentó explicarse: eran pastillas para tratar el asma que padecía. No sirvió. Al día siguiente de la noticia, y ante la presencia de la Prensa, que había acudido al hotel de concentración de los isleños para atender una rueda de prensa del médico, Jean-Joseph fue sacado a golpes por oficiales haitianos, metido en un coche y enviado de nuevo a su país, donde presuntamente fue torturado por los Ton Ton Macoutes, los sanguinarios grupos paramilitares del régimen de los Duvalier. Siempre ha guardado un riguroso silencio de lo que le sucedió.

Pero casi 25 años antes, en 1950, otro haitiano tocó el cielo en los Mundiales: Joe Gaetjens. Nacido en Puerto Príncipe, marcó el único gol en el partido que Inglaterra perdió con EE UU, selección con la que jugaba, en Brasil-50. Sacado del campo a hombros en el que sería su gran momento de gloria, en 1964 desapareció en su ciudad natal. La leyenda cuenta que fue asesinado por los Ton Ton Macoutes. Su cuerpo nunca apareció.