REPORTAJE EN ‘Globoesporte’
Filipe Luis: "Me encanta ir al cementerio y rezar a mi familia"
El lateral izquierdo del Atlético de Madrid cuenta, en ‘Globoesporte’, algunas peculiaridades de su vida y de su familia, que estuvo marcada por la II Guerra Mundial.
Tras la Segunda Guerra Mundial, un polaco y una italiana, ambos refugiados, se conocen, se enamoran y tienen un hijo. Ese niño crece, conoce a una chica de madre italiana y padre austriaco, y tienen un hijo llamado Filipe Luis Kasmirski. Podría ser el argumento de una novela, dice ‘Globoesporte’, pero es la historia real de muchos brasileños, entre ellos el lateral izquierdo del Atlético de Madrid. Un heredero de la Guerra, con sangre multicultural y una familia de diversos orígenes, que se ha forjado así mismo tras superar infinidad de dificultades.
Nacido hace 27 años en el municipio Jaraguá do Sul, de Santa Catarina, Filipe Luis mantiene la costumbre de pasar sus vacaciones en la pequeña Massaranduba, ciudad a donde llegaron sus abuelos europeos y donde Filipe Luis dio sus primeros golpes al balón. Aún, en Massaranduba, se habla polaco debido a los refugiados que llegaron a este pequeño núcleo tras la II Guerra Mundial.
Allí, cuando era niño, Filipe Luis solía ir al cementerio a jugar y a “pasar miedo” con sus amigos. Hoy, Filipe sigue visitando aquel lugar con su padre aunque por una razón diferente: orar por sus familiares ya fallecidos: “Me encanta ir al cementerio, tengo grandes recuerdos de mis familiares. Me gusta rezar y pasar tiempo allí meditando. Cuando era pequeño venía aquí a esconderme y jugar. Ahora, mi padre y yo, venimos para rezar y que mi gente pueda descansar en paz”, dice el jugador en ‘Globoesporte’ recordando su infancia y rodeado de sus familiares.
El fútbol le alejó físicamente de sus raíces pero Filipe Luis, que participará en la Copa Confederaciones con Brasil, siempre tiene presente su origen. Cuando viaja con el Atlético por Europa recuerda su pasado y puede conocer los países de origen de sus familiares: “Me gusta leer y ver reportajes sobre la historia de estos países, investigar sobre mi árbol genealógico. Cuando pude viajar a Alemania y Polonia, me identifiqué con la gente, a pesar de que habían sido países rivales”, recuerda.